La investigación, dirigida por Daniel Swain, del Instituto de Medioambiente y Sostenibilidad de la Universidad de California, se centró en estas transiciones anuales de extrema sequía e inundaciones, acontecimientos que denominaron “precipitaciones latigazo” y que podrían cambiar el futuro de California como consecuencia del cambio climático.
Los expertos realizaron simulaciones de las próximas alteraciones en el clima a partir de unos modelos generados por el Community Earth System Model Large Ensemble, un sistema que realiza estimaciones periódicas de las variaciones climáticas.
La publicación predice un aumento del 25% en la frecuencia de las “precipitaciones latigazo” hacia el final de este siglo en el norte del estado y un incremento del 100% en el sur, debido al aumento de los extremos húmedos.
Esta acentuación provocará también una multiplicación, de más de tres veces, de eventos subestacionales, en cifras comparables a la gran inundación de California de 1862, según el estudio.
La intensificación del ciclo del agua incrementará la presión de la infraestructura californiana para hacer frente a la falta de agua en periodos de sequía y prevenir las inundaciones en los momentos de grandes precipitaciones acuosas.