Madres jóvenes reciben motivación en ‘El Nido’

Centro en L.A. ofrece ayuda terapéutica y las anima a alcanzar logros académicos

Leticia Calleros (i) y Evelyn Balbuena cuentan sobre los logros alcanzados tras convertirse en mamás. / fotos: Aurelia Ventura

Leticia Calleros (i) y Evelyn Balbuena cuentan sobre los logros alcanzados tras convertirse en mamás. / fotos: Aurelia Ventura Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinion

Evelyn Balbuena tenía apenas 16 años cuando se enteró que estaba embarazada. Tuvo miedo, no solo por tener que enfrentar la maternidad a una edad muy joven sino también por sentir —según dijo— que le había fallado a sus padres, quienes le dieron toda su confianza.

“Mi mamá siempre me decía que no hiciera cosas. Siento que decepcioné a mis padres”, dijo la joven, hoy madre de un niño de 1 año de edad.

Cuando su madre se enteró, aceptó ayudarla. Pero no ocurrió lo mismo con su padre.

“Mi papá no me habló como por un mes”, recordó Evelyn, quien ahora tiene 18 años.

Evelyn Balbuena (c) cuenta su experiencia en el centro El Nido, ubicado en Compton. / Foto: Aurelia Ventura.

Una historia similar enfrentó Leticia Calleros, quien tres meses después de cumplir sus 15 años quedó embarazada.

“Mi quinceañera fue en septiembre y me enteré en diciembre. Yo ya me sentía diferente pero no le decía nada a mi mamá… Fui a Planned Parenthood para checarme y me dijeron de que sí”, recordó Calleros de 24 años.

Poco después, su madre se enteró de su embarazo por medio de un amigo y la enfrentó junto a su hermano mayor.

“Mi hermano fue el primero que se soltó de coraje. Mi papá acababa de fallecer un año antes y me dijo que le había faltado el respeto a mi papá”, contó Leticia sin poder contener las lágrimas.

“Con mi mamá no fue tanto el dolor de saber que estaba embarazada. Él [mi hermano]me dejó de hablar como por seis meses”.

Leticia Calleros junto a sus gemelas Lexy y April, de 5 años, y su pequeña Jazzlyn (c), de 2. . / Foto: Aurelia Ventura.

Ofreciendo una mano amiga

Evelyn dijo que durante su embarazo fue al servicio de alimentos Women, Infant and Children (WIC) y ahí le dieron información para recibir apoyo cuando naciera su bebé.

“Di mi nombre y teléfono y como a la semana me habló una administradora de casos”, dijo la joven. La persona que se puso en contacto con ella era parte de El Centro Familiar El Nido, localizado en el sur de Los Ángeles.

En el lugar se encargan de capacitar a las familias de comunidades de bajos ingresos del condado de Los Ángeles para romper el ciclo de pobreza, abuso y negligencia infantil; además de violencia, fracaso académico y embarazo de adolescentes a través de sus servicios educativos, de desarrollo juvenil, de salud y terapéuticos.

Evelyn aceptó la ayuda para poder terminar su educación secundaria. “Mi administradora Mirna me dijo que nos teníamos que ver dos veces por mes para que yo pudiera hablar acerca de mis metas y así ofrecerle un mejor futuro a mi hijo”, comentó la joven, quien esta a punto de graduarse de la secundaria en junio.

Las madres Leticia Calleros (i) y Evelyn Balbuena conversan con asistentes del programa Gaby Rodríguez y Cecie Trujillo. / Foto: Aurelia Ventura.

Una lucha constante

Leticia dijo que su situación fue un poco más difícil. Después de graduarse de la secundaria a los 18 años, decidió salirse de su hogar y se vio enfrentada al mundo de las drogas.

“Estuve en un centro de rehabilitación y después me mandaron a El Nido. Para ese entonces yo ya tenía a las gemelas y su papá estaba en la cárcel”, contó.

La joven madre de cuatro niñas, dijo que en el programa le han ayudado a continuar su recuperación como exadicta a las drogas y aprender a enfrentar la pérdida de su brazo derecho en un accidente.

“Me ayudó para mi depresión. Hace cuatro años estaba en casa sola y aquí me ayudan mucho, no me juzgan ni me miran rara. Y así empecé a salir de ese hoyo al que me metí sola”, dijo Leticia, quien ahora tiene nuevas metas en la vida. “Quiero poner un centro de niños y trabajar en la parte administrativa”, agregó.

El Nido

Saúl Figueroa, supervisor del programa del centro familiar El Nido, dijo que es importante que las jóvenes tengan ayuda para sus hijos.

“Ayudando a las mamás jóvenes con recursos, conocimiento sobre cómo fortalecer las familias va a ayudar a sus hijos. El Nido cuenta con terapistas que pueden trabajar con los padres”, señaló.

Leticia logró dejar el mundo de las drogas para dedicarse a sus niñas. / Foto: Aurelia Ventura.

“Sabemos que es importante trabajar tanto con la mamá como el papá. Y les damos los recursos porque el niño mejora si los dos padres están involucrados”, indicó Figueroa. “En el programa tenemos unos 82 padres de 24 años o menos que tienen hijos de 0 a 5 años”.

En su experiencia, dice que es la falta de comunicación con los padres lo que lleva a que los jóvenes se conviertan en padres a una temprana edad. Evelyn dijo que gracias a su administradora quien la ayudó a crear sus metas fue que pudo superar la etapa de posparto.

“Aquí tu tienes el apoyo y lo aprovechamos porque no cualquiera lo tiene. Entonces empecé a venir aquí y conocí nuevas amigas”, comentó.

Ambas jóvenes coincidieron en decir que que cuando se necesita ayuda hay que pedirla. “Hay muchos programas que ayudan, siempre va a haber alguien que nos ayude a salir adelante”, dijo Leticia

Para más información acerca de El Nido llama al (424) 785-7908 o visita: https://www.elnidofamilycenters.org/how-you-can-help/contact-us/ para conocer un centro cercano a tu vivienda.

En esta nota

Sur de Los Angeles

Suscribite al boletín de Los Ángeles

Recibe gratis las noticias más importantes de Los Ángeles diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain