Meghan Markle: A punto de convertirse en princesa y no tiene quien la entregue en el altar
Romperá una de las grandes tradiciones
Por el momento existen más dudas que certezas sobre una de las circunstancias que podrían empañar irremediablemente el esperado enlace del príncipe Enrique y su prometida Meghan Markle, que no es otra que la posible ausencia del padre de la novia, Thomas Markle, el día en que debería llevar del brazo a su hija por la nave central de la capilla de San Jorge del castillo de Windsor y conducirla hasta el altar.
Pese a que hace dos semanas el palacio de Kensington confirmaba que el progenitor de la antigua actriz, con el que se suponía que no mantenía una relación demasiado estrecha, sería el encargado de cumplir con uno de los ritos más importantes y emotivos de la ceremonia, el escándalo en el que se vio envuelto el señor Markle el pasado fin de semana a cuenta de las fotos ‘robadas’ que en realidad había pactado con los paparazzi -rentabilizando así el evento- ha puesto en entredicho su presencia en la llamada boda del año.
Estas fotos resultaron consensuadas con los paparazzi:
El comunicado que ayer lunes emitió la casa real británica para abordar la polémica tampoco ha contribuido precisamente a despejar las incógnitas, más bien a intensificar las conjeturas sobre quién podría encargarse ahora de llevar a Meghan al altar en el caso -cada vez más probable- de que su progenitor se quede fuera de la ecuación, una hipótesis de la que también se especula con la posibilidad de que no sea precisamente voluntaria sino fruto de una imposición de la familia Windsor.
“Obviamente, Meghan quería que su padre estuviera allí con ella. Y el mero hecho de tener que contemplar la perspectiva, a pocos días de la boda, de que no vaya a ocurrir es algo que le está resultando muy difícil”, ha explicado una fuente al portal de noticias TMZ, antes de desvelar que, contra todo pronóstico y a modo de ruptura total con la tradición, la madre de Meghan, Doria Ragland podría reemplazar a su exmarido de cara a tan simbólica labor. Otros candidatos para llevar a cabo la tarea, según el informante, serían el príncipe Carlos y el príncipe Guillermo, padre y hermano del novio, respectivamente.
Ayer mismo, la hermanastra de Meghan por parte de padre, Samantha Markle, no dudó en atribuirse toda la responsabilidad en la polémica de los mencionados montajes fotográficos, en los que su padre aparecía leyendo un libro sobre Inglaterra, ojeando fotos de Enrique y Meghan en el ordenador de una cafetería o tomándose medidas para su traje, mientras que TMZ aseguraba tajante que Thomas Markle había decidido no viajar a Inglaterra para “no avergonzar” más a su hija. Por su parte, los portavoces de la familia real se limitaban a admitir que tanto Meghan como Enrique estaban atravesando un momento francamente complicado.
“Este es un asunto profundamente personal para la señorita Markle que tiene lugar a solo unos días de su boda. Tanto ella como el príncipe Enrique piden una vez más comprensión y respeto en estos momentos tan difíciles, que deben ser extensivos a la situación del señor Markle”, rezaba el críptico comunicado.