Hincha argentina viaja a Rusia de aventón para ver a su selección en el Mundial
Agustina Murúa tiene 24 años y el sueño de ver a la Albiceleste campeona del mundo
La joven Agustina Murúa, quien luce siempre su playera de la Albiceleste, suma ya seis países recorridos rumbo a Rusia. Crédito: Agencia Reforma
CDMX, México – Agustina Murúa salió hace dos meses de Argentina con alrededor de 500 euros -el fruto del trabajo del verano pasado-, una maleta llena de ilusiones y material para vender pulseras tejidas de macramé.
El objetivo de la chica de 24 años es llegar a Rusia para ver a la selección de Argentina en la Copa del Mundo.
Su presupuesto es corto, por lo que la profesora de educación física y además salvavidas agarró un boleto en oferta para volar a Dinamarca -sólo adquirió el pasaje de ida-, y de ahí ha comenzado la aventura para llegar a Rusia “a dedo”, como se le dice en su país al famoso “aventón“.
La joven, quien luce siempre su playera de la Albiceleste, suma ya seis países recorridos y le ha tocado de todo. Desde “aventones” en camiones, coches, tráilers hasta, hace unos días, viajar en una carroza fúnebre.
“El objetivo era el Mundial, cómo llegar, no lo sabía, agarré un vuelo barato y listo, dije ‘voy a llegar como sea’, y ahora estoy a nada de llegar a Rusia, a días. Ya en Rusia el plan es seguir a Argentina, al lugar que vaya ‘a dedo’, igual la seguiré. No tengo los fondos suficientes para viajar a Rusia, por eso hice esto
“Apenas de Letonia a Estonia se frenó un auto fúnebre, veníamos (viajando) con (la fallecida) Hilda, de 95 años, pues leí los papeles. Mi mochila viajó con ella pues no había espacio, son cosas locas que pasan”, expresó la sudamericana amante de Lionel Messi y quien espera llegar a San Petersburgo este fin de semana.
Y dónde duerme, cómo le hace para comer, bueno, pues sus ahorros trata de no tocarlos. Vende en las plazas de las ciudades pulseras que aprendió a tejer. Con la ganancia de uno o hasta 10 euros, compra comida, pues el hospedaje lo hace a través de una app con la que consigue hospedaje gratuito que ofrecen las personas.
“Las vendo a un euro o hasta en 10, como en Noruega, y es para comer, o comprar desayuno y así no toco el dinero (ahorro)”, comentó la chica que logró comprar en la última fase de la FIFA un boleto para el Argentina-Nigeria, pero sueña con ver más duelos.
