México, a la expectativa por marcha atrás a la Reforma Educativa que prometió AMLO

Lo peor de estos tiempos es la incertidumbre

Hay 31 millones de estudiantes de educación básica y media superior en México.

Hay 31 millones de estudiantes de educación básica y media superior en México. Crédito: SEDENA México (twitter)

MEXICO.- Igual que cualquier otro día laboral desde hace 33 años, Francisco Bravo, profesor de la escuela primaria Leonardo Bravo en la Ciudad de México, cierra los libros al finalizar la tarde y reflexiona sobre el alcance de la educación en su país: en la escuela que dirige aún no se da inglés y la jornada de clases aún es de 8:00 a 12:30 del día.

Pero lo peor de estos tiempos es la incertidumbre. Desde que se aprobó la Reforma Educativa (aprobada en 2014) y se condicionó la permanencia laboral a un examen de evaluación los maestros no tienen sosiego y,en los últimos meses, tampoco saben qué pasará tras la victoria de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el próximo presidente de México, que prometió dar marcha atrás.

La afectación principal de la Reforma Educativa es que creó un ambiente de miedo, preocupación y temor a quedarse sin trabajo si salen mal en la evaluacion“, observó Bravo en entrevista con este diario.

El gobierno de Peña planteó la reforma al sistema educativo como respuesta a diversas organizaciones de la sociedad civil que protestaron durante años por el poder de control social, político y laboral que ejercían los sindicatos magisteriales que se asociaban o peleaban con los gobernantes en turno y presionaban a estos a través de marchas y plantones a favor o en contra.

Mexicanos Primero (fundada por el hijo empresario Claudio X. González) acusó a los líderes del gremio de alrededor de 1.2 millones de docentes de vender y heredar puestos de trabajo y condicionar las plazas a la participación en marchas y plantones a favor o en contra de los intereses de los líderes.

Para frenar esas prácticas y mejorar la calidad de la educación, la presente administración planteó un sistema de evaluaciones a través de las cuales los profesores quedaron condicionados para conservar su trabajo o tener asensos.

Los maestros disidentes, entre ellos los agremiados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, a la que está afiliada el profesor Bravo, protestaron, hicieron marchas se negaron a hacer los exámenes y por ello alrededor de 15,000 fueron despedidos. “La evaluación no está bien aplicada y no tiene sentido lo que preguntan con nuestras realidades locales“ advirtió Bravo en entrevista con este diario.

“En la última evaluación nos preguntaban cuál era el protocolo para evacuar cuando se desborda una presa, pero en la Ciudad de México, donde yo laboro hace 30 años, no hay riesgos de ese tipo“.

Los profesores buscaron cobijo con López Obrador y vicerversa. El próximo presidente se comprometió a dar marcha atrás a la Reforma Educativa, dijo que se restituiría a los maestros despedidos pero no dio más detalles, si eliminará la enseñanza en inglés o cómo evaluarán a los profesores.

Ahora los profesores como Bravo, quien fue secretario general de la sección 9 de la CNTE en la capital mexicana, están a la expectativa. Aún no hay nada claro, no han sido convocados para el diálogo y ellos quieren participar para que no salgan perjudicados y que haya apertura sindical, que el nuevo gobierno no los vuelva a usar para sus intereses corporativizándolos.

Nosotros sí queremos que los horarios escolares sean más largos, pero que sean bien hechos los planes de estudio, que nos paguen proporcionalmente al incremento de horas laborales y que el nuevo gobierno no ayude sólo a los sindicatos que le convenga“, precisa.

“Tampoco nos oponemos a que se haga obligatorio el inglés pero que sea por zona, que haya capacitaciones y que primero se atienda los rezagos en las escuelas más pobres“.

David Lozano, coordinador del Centro de Estudios Multidiciplinarios de la Universidad Nacional Autónoma de Mexico observa en entrevista con este diario que algunas de las demandas de los profesores pueden ser cubiertas. Otras, de manera parcial y mucha otras podrían ser improcedentes.

AMLO ha dicho que habrá computadoras y red digital y que no va a quitar el inglés, pero que este se va a dar por medio de aulas digitales. “Esto es un problema porque en México no hay capacidad ni presupuestal, ni de infraestructura, ni de personal docente“, advirtió Lozano.

Pero el obstáculo mayor será la evaluación porque gran parte del magisterio no quiere ser evaluado, López Obrador prometió que no los sometería a prueba, pero otra parte de la sociedad lo demanda. Y al final de cuentas con una de las dos partes quedaría mal.

CIFRAS

  • 31 millones de estudiantes de educación básica y media superior hay en México.
  • 1.2 millones de docentes.
  • 207 mil planteles educativos; de los cuales, 40 % no tienen drenaje; 31 % carecen de agua; 11 % de energía eléctrica y 13 % no tiene baños.

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