Fue al dentista por tener mal aliento y lo que descubrió la salvó
La halitosis, o el mal aliento crónico, es algo que ni los caramelos, el enjuague bucal, ni un buen cepillado pueden resolver
Para Renee Beckler, tener mal aliento fue más que una rara consecuencia de comer alimentos con olor fuerte.
Durante años, Beckler luchó contra la halitosis y probó de todo para remediar su condición hasta que un médico por fin descubrió que la raíz del problema era una afección poco conocida llamada tonsilolitos. Lo que es lo mismo, tenía piedras en las amígdalas.
Las piedras en las amígdalas se crean cuando los alimentos y los desechos se calcifican en las bolsas de las amígdalas, lo que provoca un olor desagradable y sulfuroso.
Si crees que puedes tener un problema similar te recomendamos hacer gárgaras con agua salada u otros enjuagues bucales especiales. Si el problema se vuelve realmente grave, visite a su médico. En muchos casos recomiendan una amigdalectomía o un procedimiento para “alisar” las amígdalas.
Las piedras de la amígdala no vuelven una vez que se extraen. Becker se sometió a este procedimiento y se pudo liberar del mal aliento, al fin.
“Lo había intentado todo, así que para mí, era la única opción”, dijo. “Y ha demostrado ser muy efectivo”.