4 preocupaciones comunes acerca de la salud de los niños

Secreción nasal, dolor de garganta, dolor de estómago. Todas son enfermedades comunes en los hogares donde hay niños. De hecho, casi 3 de cada 4 niños en los Estados Unidos faltan al menos un día a clases por año porque se enferman, según la Agencia para la Investigación y Calidad de la Atención Médica.

Si bien muchas de esas afecciones son contagiosas, generalmente se resuelven fácilmente si reciben el tratamiento adecuado, dice Laura Jana, MD, portavoz de la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) y profesora asociada de investigación en el Centro de Investigación de Prevención de Penn State.

Aquí te presentamos 4 problemas comunes de salud de los niños y cómo tratarlos.

Resfriados

El resfriado común es la enfermedad más común entre niños y adultos, y hace que los niños en los Estados Unidos falten a clases alrededor de 22 millones de días de escuela por año. Y dado que a los niños menores de 6 años les da un promedio de 6 a 8 resfriados por año (aproximadamente uno por mes desde septiembre hasta abril), durante mucho tiempo se la pasan estornudando y respirando con dificultad.

Consejos para su tratamiento: si la salud de tu hijo se ve afectada por un catarro, los síntomas deberían aliviarse en 2 o 3 días (aunque algunos pueden durar hasta 2 semanas).

Mientras tanto, puedes aliviar la incomodidad de tu hijo con acetaminofeno (Tylenol y genérico) o ibuprofeno (Advil y genérico). Puedes darle una cucharadita de miel para aliviarle la tos. (Sin embargo, no le des miel a un bebé menor de un año, la miel puede causar botulismo infantil en niños muy pequeños). Un poco de descanso y líquidos, incluido el caldo de pollo, también pueden dar alivio a tu niño enfermo.

Evita darle medicamentos de venta libre para la tos y el resfriado. La investigación muestra que no son muy efectivos, y que en niños menores de 6 años pueden tener efectos secundarios potencialmente graves, como aumentar su ritmo cardíaco y que se les dificulte respirar. Algunos niños también pueden experimentar una reacción alérgica a dichos productos.

Y aunque podrías querer pedirle al pediatra de tu hijo que le recete antibióticos, no lo hagas. Los antibióticos pueden ser útiles para infecciones bacterianas, como la faringitis estreptocócica, pero son ineficaces contra un virus.

Cerca del 30% de los antibióticos que se recetan a niños y adultos son innecesarios, según un estudio del 2016 publicado en la revista Journal of the American Medical Association. “Si tu hijo toma antibióticos y no los necesita, estos pueden alterar su estómago y generar resistencia a los antibióticos en el futuro”, explica Jana. Los antibióticos también pueden tener efectos secundarios significativos.

Faringitis estreptocócica [strep throat]

Hasta el 30% de los niños que padecen de dolor de garganta durante el invierno en realidad tienen faringitis estreptocócica, una condición causada por la bacteria estreptococo del grupo A (GAS, en inglés). Ocurre por lo general durante el invierno y al principio de la primavera y es más común en niños mayores de 3 años.

Los síntomas incluyen fiebre de más de 100.4° F, dolor de garganta severo, dolores de cabeza, glándulas del cuello inflamadas y en ocasiones náuseas y vómitos. Si tu hijo tiene un dolor leve de garganta y síntomas similares a los del resfriado, como congestión nasal y tos, es probable que sea un virus, señala Jana.

Consejos para su tratamiento: si sospechas estreptococo, el pediatra puede tomar una muestra de la garganta de tu hijo, hacer una prueba rápida de estreptococo y obtener los resultados en 5 minutos. Para tratar esta enfermedad se utilizan antibióticos, como la penicilina.

Si tu hijo recibe la primera dosis antes de las 5 p. m. es poco probable que sea contagioso a la mañana siguiente. Pero, la mayoría de las escuelas requieren que los niños con estreptococo tomen antibióticos durante 24 horas antes de regresar a clases.

Y no es necesario que tires a la basura su cepillo de dientes, a pesar de la vieja idea de que necesitabas uno nuevo después de una infección estreptocócica. La mayoría de los niños reciben antibióticos durante 7 a 10 días, y las bacterias que causan la infección por estreptococo del grupo A (GAS) no sobreviven tanto tiempo.

Diarrea y vómito

Más de 1.5 millones de niños van al médico cada año por gastroenteritis aguda, diarrea que puede o no ir acompañada de fiebre, dolor de estómago, náuseas y vómitos. Hasta el 90% de los casos es causado por virus, y la mayoría desaparece por sí solo en 1 a 2 días. Pero mientras esto pasa, es posible que tu hijo se sienta incómodo.

Consejos para su tratamiento: es importante que mantengas hidratado a tu hijo si tiene vómito o diarrea. Espera un poco antes de darle líquido a tu hijo después de que vomite. “Lo que muchos padres no saben es que el vómito es un reflejo automático del cuerpo que se calmará de 2 a 3 horas después de ocurrir”, dice Jane.

Una vez que el estómago de tu hijo se asiente, aliéntalo a sorber pequeñas cantidades de agua durante el día. Es posible que no pueda tomar mucha de una sola vez. También puedes darle una solución de rehidratación oral preparada comercialmente, como Pedialyte.

Evita darle bebidas deportivas, como Gatorade y Powerade, que pueden ser más pesadas en el estómago y tienen un alto contenido de azúcar.

Y, al contrario de lo que podrías haber escuchado, los niños con gastroenteritis no necesitan seguir la dieta BRAT (plátanos, arroz, puré de manzana y pan tostado) o solo tomar líquidos claros. Según un folleto del paciente de la Academia Estadounidense de Pediatría, la dieta BRAT “carece de nutrición suficiente para ayudar a que el tracto gastrointestinal de un niño se recupere”.

“Si sienten hambre, pueden comer la mayoría de los alimentos, pero sería mejor unos pocos bocados hasta estar seguros de que lo pueden tolerar”, dice Jana.

De lo contrario, lo que coma el resto de la familia estará bien, incluidos los carbohidratos complejos como arroz integral y pan integral, carnes magras, yogurt y frutas y verduras. Sin embargo, espera un poco más para darles helado y papas fritas: la comida alta en grasa es más difícil de digerir.

Mientras tu hijo está enfermo, observa que no presente signos de deshidratación. Si no puede orinar durante 8 horas, no le salen lágrimas al llorar o tiene los ojos hundidos, llama a su médico.

Y para ayudar a prevenir futuros problemas gastrointestinales, recuérdales a tus hijos que se laven las manos con frecuencia, tanto en la escuela como en casa. Esto puede reducir las probabilidades de tener episodios de diarrea en un 30%, de acuerdo con la revisión de una investigación de Cochrane Collaboration del 2015.

Conjuntivitis

Los niños en Estados Unidos pierden 3 millones de días de clases al año debido a la conjuntivitis, una inflamación de la conjuntiva que es una membrana que cubre la parte blanca del ojo.

Hasta el 75% de todos los casos de conjuntivitis en niños se debe a bacterias, según una revisión de 2013 publicada en JAMA. El resto es causado principalmente por infecciones virales (como el resfriado común) o las alergias.

Consejos para su tratamiento: si tu hijo tiene enrojecimiento, picazón y secreción acuosa o espesa dentro y alrededor de uno o ambos ojos, su pediatra puede determinar si se trata de conjuntivitis y de qué tipo es.  

Muchas personas podrían buscar y recibir el tratamiento incorrecto para la conjuntivitis. Un estudio publicado en 2016 en la revista JAMA Ophthalmology, sobre casi 12 millones de visitas a la sala de emergencia relacionadas con problemas en los ojos entre 2006 y 2011, encontró que el 28% fue por conjuntivitis, que no se considera una emergencia. Un estudio publicado en la misma revista en 2017 sugiere que la gran mayoría de las visitas a la sala de emergencias para casos de conjuntivitis correspondían a niños menores de 7 años que, los investigadores sospechan fueron llevados por padres primerizos.

Cuando se trata de la salud de los niños, muchas personas piensan que un tratamiento con antibióticos es mejor para la conjuntivitis causada por bacterias. De hecho, un estudio de la Universidad de Michigan publicado recientemente en la revista Ophthalmology, que analizó a más de 340,000 personas diagnosticadas con conjuntivitis, encontró que al 58% se le recetó antibióticos tópicos.

Pero esto no está necesariamente justificado. La investigación muestra que la forma bacteriana de la enfermedad suele resolverse por sí sola después de 5 o 6 días, dice Blair Hammond, MD, profesor asistente de pediatría en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai.

También es motivo de preocupación que a 1 de cada 5 personas en el grupo anterior se les recetara una combinación de antibióticos y esteroides tópicos, que, según los autores, puede prolongar la duración de estas infecciones.

Ya sea que se deba a bacterias, virus o se relacione con problemas de alergia, los expertos recomiendan aliviar la incomodidad aplicando una compresa limpia y húmeda en el área varias veces al día. La Academia Estadounidense de Oftalmología sugiere usar una compresa tibia para la conjuntivitis bacteriana o viral y una fría para la conjuntivitis alérgica.

Sin embargo, recuerda que la mayoría de las escuelas requieren que los niños usen gotas antibióticas durante 24 horas antes de regresar a la escuela. “Por lo general, solo se las receto a los pacientes para que puedan regresar a la escuela o a la guardería y sus padres puedan volver a trabajar”, dice Hammond.

Si tu hijo presenta síntomas, ayúdale a evitar que la conjuntivitis se propague a los demás haciendo que se lave las manos bien y con frecuencia, y limpia cuidadosamente los juguetes, las mantas, los picaportes y otros objetos con que los niños comúnmente se tocan o se frotan la cara, dice la AAP.

Una vez que los síntomas hayan disminuido, ayuda a prevenir que la infección se repita haciendo que tu hijo se lave las manos con frecuencia, motivándolo a no tocarse los ojos y asegurándote de que sus pañuelos y fundas de almohadas siempre estén limpias.

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