Mito y realidad sobre los piojos

Ahora que la escuela está en plena actividad, querrás asegurarte de que tus hijos no vuelvan a casa con piojos.

Si bien estas plagas amantes del cuero cabelludo pueden causar mucha irritación, picazón y preocupación, los expertos dicen que una infestación de piojos no es un motivo de pánico.

De todos los insectos que comúnmente se alimentan de humanos, “los piojos son los menos significativos”, dice Richard Pollack, PhD, entomólogo de salud pública y alto funcionario de salud pública ambiental de Harvard University. “Sin embargo, están hasta arriba de la lista de los temores de muchas personas”.

Esto puede deberse en parte a que abundan las ideas equivocadas sobre los piojos, sobre cómo se comportan, dónde se propagan y cuál es el mejor tratamiento para terminar con ellos. Aquí, les pedimos a los expertos que analicen 4 creencias generalizadas y la verdad detrás de ellas.

Mito: los piojos prefieren el cabello sucio

La verdad: contrario a la opinión popular, tener piojos no significa una mala higiene. De hecho, los piojos son tan aptos para vivir en un cabello recién lavado como en mechones a los que les vendría bien un champú.

“A ellos no les importa en absoluto”, dice Dawn H. Gouge, PhD, entomóloga de salud pública en University of Arizona. “Les encantan las cabecitas tibias”.

Mito: a los niños se les pegan los piojos principalmente en la escuela

La verdad: si bien los piojos pueden transmitirse en la escuela, a los niños también se les pueden “pegar” en otros lugares, como pijamadas, áreas recreativas, actividades deportivas y campamentos.

Y de acuerdo con Gouge, la idea de que la escuela es el lugar principal para la infestación de piojos ha llevado a muchas escuelas a implementar políticas de “sin liendres”. Estas políticas exigen que los niños sean enviados a casa de la escuela o que se queden en casa si se descubre que tienen liendres (los huevos de piojos) en su cuero cabelludo.

Estas políticas tienen varias debilidades, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Es fácil confundir la caspa o mugre con liendres en el cabello. Además, las liendres no se mueven y, de hecho, se pegan a los tallos pilosos con una sustancia parecida al cemento que hace que sea poco probable que puedan transferirse de una persona a otra. Y no hay evidencia de que sea útil prohibir la asistencia a la escuela a los niños con liendres. La National Association of School Nurses, NASN) considera que los controles de liendres en el aula o en toda la escuela no son efectivos para prevenir los incidentes de piojos en las escuelas.

Que los niños con liendres (o piojos) no puedan ir a la escuela no tiene “absolutamente ningún beneficio para nadie”, dice Gouge. Y la American Academy of Pediatrics (AAP) ha proclamado que “las políticas de “sin liendres” son injustas y deben abandonarse”. El costo de faltar a clases supera con creces cualquier riesgo de piojos, según los CDC y NASN.

Mito: los piojos se propagan saltando o volando

La verdad: los piojos, que no tienen alas, no saltan ni vuelan, y tampoco brincan de un lugar a otro.

Sin embargo, pueden arrastrarse, y muy rápidamente, porque sus patas están muy bien adaptadas para hacer esto. Y una vez que se arrastran sobre la cabeza de un niño, tienden a aferrarse con fuerza, gracias a las garras con forma de gancho que tienen en el extremo de las patas.

Entonces, ¿cómo pasan de cabeza a cabeza? Arrastrándose de una cabeza a otra, a través del contacto directo entre dos personas.

Aunque en teoría es posible que un piojo se te pegue en un lugar público como un asiento de cine, esto sería muy poco probable. Esto se debe a que los piojos viven en cabezas humanas y necesitan alimentarse cada 4 a 6 horas. Los adultos solo pueden sobrevivir aproximadamente un día si llegan a caerse de una cabeza. (Tampoco viven en las mascotas, solo en las personas).

De hecho, es bastante improbable que los piojos se transmitan de persona a persona sin un contacto directo de cabeza a cabeza, dice Gouge.

Según los CDC, incluso si se comparten gorras, ropa, almohadas y cepillos para el cabello esto rara vez conduce a la transmisión de los piojos. Sin embargo, el riesgo es mayor cuando estos tipos de artículos los utiliza más de un niño en rápida sucesión, dice Gouge. Y si alguien en tu casa tiene piojos, es una buena idea que laves la ropa de cama y tu ropa, y que limpies los artículos para el cuidado del cabello como medida de precaución, según la AAP.

Mito: es necesario usar pesticidas para eliminarlos

La verdad: existen varios tratamientos a base de pesticidas, ya sea de venta libre o con receta. Pero estos podrían no ser siempre la mejor opción.

Algunas veces llamados “súper piojos”, muchas de las plagas en los Estados Unidos y otras partes del mundo han desarrollado resistencia a los tratamientos de piojos de venta libre que contienen ciertos pesticidas, especialmente la permetrina y las piretrinas. En un estudio de 2016 sobre este tema, los científicos encontraron que el 98% de los piojos que evaluaron, que fueron recolectados en 138 sitios en 48 estados, tenían una mutación genética que indicaba una posible resistencia a los pesticidas. Los investigadores dicen que si bien la mutación no garantiza que un producto de venta libre contra piojos con permetrina o piretrinas falle, sí reduce las posibilidades de que el tratamiento tenga éxito.

Los tratamientos contra piojos con receta pueden ser más efectivos pero pueden ser costosos. Por ejemplo, según el sitio web de precios de medicamentos GoodRx, Sklice, un tratamiento con receta que contiene el pesticida ivermectina, puede costar $350 o más por un tubo, y es posible que no tenga cobertura de un seguro. Y el uso de algunos productos pesticidas, como el malatión (Ovide y genérico) conllevan riesgos: es inflamable y no debe usarse cerca de fuentes de calor como secadores de pelo o cigarrillos.

Ten en cuenta que algunos tratamientos con pesticidas con receta se deben usar en niños solo de cierta edad, es posible que se deban usar más de una vez y aplicarse por períodos de tiempo variables, por lo que es importante leer las instrucciones con mucho cuidado.

Y hay alternativas efectivas a productos cuya base son los pesticidas. Los científicos de Consumer Reports han defendido durante mucho tiempo peinar el cabello en húmedo: cubre la cabeza de tu hijo con acondicionador o aceite y peina su cabello con un peine metálico de dientes finos para eliminar los piojos y las liendres. La American Academy of Pediatrics también recomienda este método para los padres que prefieren no usar ninguno de los pesticidas para piojos disponibles, o cuyos hijos son demasiado pequeños para que se los apliquen.

Si bien es cierto que este método puede llevar mucho tiempo, requiere que hagas peinados de seguimiento cada pocos días durante varias semanas y esto no es práctico para todos. Algunos niños usan trenzas que no se pueden peinar, y el cabello grueso o rizado y el cuero cabelludo sensible pueden hacer que el peinado sea doloroso o angustioso. Si este es tu caso, considera usar productos que sofocan los piojos (en lugar de envenenarlos), como los que contienen dimeticona, aconseja Gouge. Estos también pueden ser efectivos, aunque también es posible que necesites repetir varias veces el tratamiento.

Inscríbete para recibir Lo último – nuestro boletín mensual. Recibe contenido nuevo entregado directamente a tu correo electrónico.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain