El sheriff de Los Ángeles Jim Mc Donnell en peligro de ser desbancado por un latino

El teniente del sheriff, Alex Villanueva parece estar muy cerca de consumar un hecho histórico, desbancar del cargo al actual sheriff Jim McDonnell, si el conteo de votos le sigue favoreciendo. Villanueva le lleva una ventaja de casi 5,000 votos al sheriff Jim McDonell.

El 50.15% de los votos favorecía a Villanueva contra 49.85% para el sheriff McDonnell. Los votos en las urnas ya se han contado, pero faltan los votos enviados por correo tardíamente.

“Estoy muy optimista con los resultados obtenidos hasta ahora, pero me mantengo cauteloso. Toca esperar a que se terminen de contar las boletas por correo y las provisionales”, dijo Villanueva quien confesó haber dormido solo dos horas en las últimas 36 horas.

“Vamos a tener que esperar hasta la próxima semana para tener resultados oficiales”, señaló.

Y confesó que siempre anticipó una contienda muy cerrada como la que ahora se vive. “Yo comencé hacer campaña en junio de 2017. Recorrí 20,000 millas, hablé como miles de personas y di decenas de entrevistas. Gracias a mi esposa Vivían por todo su apoyo”, indicó.

Villanueva, jubilado del Departamento del Sheriff de Los Ángeles (LASD) después de 33 años de experiencia, con un doctorado en administración pública, pero sin una carrera vertiginosa de ascensos como el actual sheriff McDonell, está dando la pelea por el cargo, voto por voto.

De 55 años, hijo de padre puertorriqueño y madre polaca, hizo campaña prometiendo hacer las reformas que tanto necesita el Departamento de sheriff, y que supuestamente el sheriff McDonnell ha ignorado.

“Más entrenamiento de los agentes del sheriff , más transparencia y no a la cooperación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, salvo en los casos en los que establezca la Ley Santuario, SB54“, declaró a La Opinión durante su campaña, y lo ratificó durante una entrevista con este diario.

Villanueva tuvo el apoyo del sindicato de agentes del sheriff de Los Ángeles, la líder Dolores Huerta, y la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA), mientras que al sheriff McDonnell lo respaldó el establishment político del condado de Los Ángeles.

McDonnell fue electo como sheriff en 2014. Venía de ser jefe de la policía de Long Beach y haber sido subjefe en el Departamento de Policía de Los Ángeles.

Tomó control del LAUS en momentos en que el Departamento estaba metido en un escándalo de grandes proporciones y la credibilidad estaba por los suelos. Su antecesor, Lee Baca, y un número importante de sus allegados estaban siendo juzgados por obstruir una investigación del FBI sobre los abusos en las cárceles del condado.

“En cuatro años hemos recorrido una distancia considerable, pero el trabajo no se ha terminado. Hemos restaurado la confianza del público, devuelto el brillo a la placa y mejorado el trato a la población carcelaria”, había declarado McDonnell en su campaña para reelegirse por cuatro años más.

También había resaltado que sus agentes no son – ni quieren – ser vistos como un “brazo de migración”.

En entrevista con La Opinión, sostuvo que prueba de ello es que se salieron del programa 287 (g) que convertía a los agentes del Sheriff en agentes del Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE). “Tampoco compartimos información sobre las víctimas y testigos, ni preguntamos por el estatus de migración”, asegura.

Pero ¿cuál es entonces la relación entre el Departamento del Sheriff de Los Ángeles y el ICE? se le preguntó.

“La mitad de nuestra población en las cárceles está esperando un juicio, y la otra ha sido condenada por un crimen. De acuerdo con las leyes estatales, ICE solo puede interactuar con los condenados por crímenes serios y violentos que están a punto de ser liberados y que potencialmente pueden regresar y hacer daño en la comunidad”, precisa.

Villanueva dijo que hasta ahora no ha tenido ninguna comunicación con el sheriff McDonnell.

Históricamente, los sheriffs de Los Ángeles se han reelecto sin problema alguna en el pasado, pero Villanueva logró en la elección primaria que el sheriff McDonnell se fuera a una segunda vuelta en las elecciones generales, y ahora lo está haciendo sudar la gota gorda en espera de los resultados finales.