La caravana migrante sufre hostilidades a ambos lados de la frontera

"¡Perros! ¡Muertos de hambre!": Creciente hostilidad apremia a centroamericanos en Tijuana

Migrantes esperan por comida en un albergue en Tijuana.

Migrantes esperan por comida en un albergue en Tijuana. Crédito: John Moore/Getty Images

TIJUANA, México- La creciente hostilidad que enfrentan desde su llegada a la frontera norte de México apremia hoy a los miembros de la caravana migrante centroamericana a pedir asilo en Estados Unidos o a decidir volver a su país.

“No nos quieren aquí, han sido muchos insultos y nos dolió porque pensamos que iba ser igual que en Chiapas, Veracruz y Ciudad de México, y no fue así, aquí nos trataron mal y eso nos desanima”, dijo a Efe Alexander, un migrante hondureño de 18 años de edad.

Agentes de la Patrulla Fronteriza custodian la frontera en San Diego. John Moore/Getty Images

Han tenido que pasar más de 30 días de viaje y 4,000 kilómetros de travesía, desde la frontera sur de México, para que los migrantes experimentaran el racismo, la discriminación y la xenofobia que ha aflorado con su presencia en Tijuana.

Los mensajes contra su estancia en Tijuana, frontera de México con San Diego (California,), han pasado del anonimato en redes sociales, a manifestaciones en su contra que llegaron al punto de confrontación física.

“¡Perros! ¡Muertos de hambre! ¡Regresen a su país!”, son expresiones que ha tenido que escuchar tanto Alexander como los casi 4,000 miembros de la primera caravana que llegó a la frontera mexicana con Estados Unidos.

Otras tres caravanas de migrantes se encuentran en diversos puntos del territorio mexicano en trayecto a la frontera con Estados Unidos, principalmente de nacionalidad hondureña y salvadoreña.

Alexander dijo que ante esta creciente hostilidad solo le quedan ganas de volver a Honduras aunque ahora tiene miedo porque el presidente de su país, Juan Orlando Hernández, “ha amenazado que todo aquel que salió del país en la caravana lo meterá a la cárcel tres años”.

Contó que su objetivo era ir a trabajar a Estados Unidos para salir adelante “pero no se pudo y me regreso a Honduras” por lo que ha dicho que se entregará al Instituto Nacional de Migración de México para ser deportado.

Miles de inmigrantes no se rinden a su sueño de llegar a EEUU por una mejor vida. Getty Images

Karla, una hondureña de 25 años, cree que su mejor opción es entregarse a las autoridades estadounidenses de migración para que su mamá, quien vive en Miami (Florida) hace 24 años, pueda defender su caso en la corte.

“No quiero regresar a mi país porque están muy feas las cosas, vine averiguar mi caso y quedarme en México no es mi opción, hay mucha discriminación, muchas personas en la calle nos dicen que regresemos a nuestro país, aquí no nos quieren”, apostilla.

Karla afirma que puede trabajar y destaca que tiene un talento especial para cocinar: “me gusta mucho aprender y en cualquier cosa podría trabajar pero me gusta mucho la cocina y creo que podría trabajar en un restaurante”.

Protestas en Tijuana

La presión sobre los migrantes que llegaron a Tijuana alcanzó su mayor nivel durante esta semana con las protestas de centenares de residentes que consideran que su presencia les afectará en su vida cotidiana.

A media semana, unos 150 vecinos del área residencial de Playas de Tijuana, donde la valla fronteriza se adentra en el mar, protestaron contra su presencia y amenazaron con bloquear los accesos a ese lugar.

Mediante gritos e insultos racistas, los vecinos reclamaron a las autoridades la presencia de los centroamericanos, quienes estuvieron a punto de caer en la provocación aunque al final solo hubo empujones por ambos lados.

Una parte de los migrantes aceptaron ser llevados a un albergue temporal instalado en un deportivo Benito Juárez en tanto que el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), rechazó su presencia y dejó firme su intención de que sean deportados.

“Tijuana es una ciudad de migrantes, pero no los queremos de esta manera”, declaró el alcalde a televisión Milenio.

En tanto, el gobernador de Baja California, Francisco Vega, dijo que “habrá cero tolerancia para quien o quienes infrinjan las leyes y reglamentos vigentes en nuestro país”.

Mañana domingo distintas organizaciones llevarán a cabo dos marchas en esta ciudad, una en favor y contra la discriminación y el racismo, y otra de quienes están en contra de la llegada de los centroamericanos y de su estancia.

Por Juan Manuel Ramírez G.


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