Un algodón de azúcar llevó a esta mujer a pasar 3 meses en prisión

La policía detuvo el auto que viajaba y confundieron esta golosina con drogas

Algodón de azúcar

Lo que era un dulce fue confundido con metanfetamina. Crédito: Shutterstock

Una mujer de Georgia llamada Dasha Fincher ha vivido una terrible pesadilla tras tener que pasar 3 meses en prisión, y todo por culpa de un grave error cometido por dos agentes de la policía.

La pesadilla para Dasha inició el 31 de diciembre de 2016, cuando en el vehículo en el que viajaba como pasajera tuvo que detenerse luego de que dos agentes de la oficina del sheriff del condado de Monroe les hicieran dicha indicación.

En un principio, los agentes les dijeron que detuvieron al vehículo porque consideraron que las ventanillas eran demasiado oscuras, aunque esto no es delito; posteriormente, le preguntaron al conductor si podían revisar el interior del auto y fue entonces cuando se encontraron, según la declaración de estos agentes, con “una bolsa de plástico transparente abierta que contenía una sustancia de color azul claro, de forma esférica” en el piso del auto.

Fincher y el conductor, quien era su pareja, les explicaron que se trataba de una bolsa con un algodón de azúcar de color azul, pero los agentes no les creyeron, por lo que decidieron llevarse la bolsa y la sometieron a una prueba, la cual supuestamente arrojó que se trataba de una esfera de 40 gramos de metanfetamina.

Las autoridades ordenaron de inmediato arrestar a Dasha y a su pareja, acusados por posesión y tráfico de metanfetaminas. El juez impuso una fianza de $1 millón de dólares, que al no poder pagarla, enviaron a esta persona a la cárcel durante tres meses, tiempo que tomaría enviar la sentencia a la oficina de investigación de Georgia para realizarle pruebas forenses.

Finalmente, el 22 de marzo de 2017, el reporte emitido por la oficina de investigación de Georgia indicó que no se encontraron sustancias ilegales en la bolsa con la materia de color azul.

Ahora, Fincher ha entablado una demanda en contra del condado de Monroe y a los agentes involucrados en su casa, pues por un error, “se perdió de cosas importantes”, como el nacimiento de sus nietos gemelos y el aborto espontáneo de una de sus hijas. Además, la mujer afirma que durante el tiempo que estuvo en prisión, se le negó asistencia médica por una fractura en la mano y por un quiste en un ovario.

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