Nuevas pruebas del gran engaño al que Trump fue sometido
Corea del Norte construyó instalación subterránea incluso después de la cumbre con Trump
Una vez más salen a la luz pruebas de que Corea del Norte no ha tenido otra intención que engañar a Donald Trump y a la comunidad internacional con su supuesto programa de desnuclearización.
Imágenes por satélite difundidas este miércoles por CNN muestran la ampliación de una base de misiles de largo rango en una zona montañosa de Corea del Norte y desvelan la construcción de una nueva instalación.
Según el canal, las fotografías suponen una prueba de que la base de misiles de Yeongjeo-dong permanece activa y ha sido renovada.
La CNN, que cita a investigadores del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury, en Monterey (California), destacó que las instantáneas revelan también la construcción de una nueva instalación, cuya naturaleza no precisó, a siete millas (unos 11 kilómetros) de Yeongjeo-dong, sobre la que no se había informado anteriormente.
La base de Yeongjeo-dong era conocida previamente por las agencias de inteligencia estadounidenses y los analistas, indicó la cadena.
De acuerdo a un informe del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury, no está claro si las dos bases son independientes o si una de ellas depende de la otra.
Las imágenes, agregó la CNN, indican que Corea del Norte construyó una instalación subterránea “extremadamente grande” en 2017 y que esta estructura aún estaba en proceso de construcción en agosto de 2018.
Uno de los analistas que han descubierto ese lugar, Jeffrey Lewis, de ese instituto, recordó que la construcción de la nueva base ha continuado incluso después de la cumbre del pasado 12 de junio en Singapur.
En esa histórica reunión se dieron cita el presidente, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, que acordaron el desmantelamiento del arsenal nuclear norcoreano.
A finales de noviembre, Trump confirmó su intención de celebrar una segunda cumbre con Kim que podría tener lugar en enero o febrero de 2019 y para la que se barajan tres lugares no revelados.
El estancamiento en las conversaciones sobre desnuclearización, motivado por la falta de una hoja de ruta para su consecución, ha alargado el proceso para fijar esta segunda cita.
Washington exige a Pionyang pasos concretos hacia el abandono de las armas atómicas, mientras el Gobierno norcoreano pide que antes se firme un tratado de paz que le brinde garantías de seguridad.