Trump: “Estoy orgulloso de cerrar el gobierno por la seguridad fronteriza”
El mandatario puso ultimátum a congresistas demócratas para que aprueben sus proyectos
WASHINGTON —En un inédito arrebato frente a las cámaras, el presidente Donald Trump amenazó este martes con provocar un cierre del gobierno si el Congreso no le aprueba $5,000 millones para un muro fronterizo, durante una tensa reunión con los principales líderes demócratas de ambas cámaras del Congreso, Nancy Pelosi y Chuck Schumer.
“Si no conseguimos lo que queremos… estoy orgulloso de cerrar el gobierno por la seguridad fronteriza”, afirmó Trump desde el Despacho Oval, tras una álgida reunión en la que no se logró avances para impedir un cierre del gobierno antes del receso decembrino.
Los inmigrantes indocumentados se están volcando por la frontera y “tenemos que tener seguridad fronteriza. Tenemos que tener un muro”, se quejó.
“De una u otra forma se va a construir (el muro). No me gustaría ver un cierre del gobierno. Veremos qué pasa… pero el muro es algo importante para nosotros”, enfatizó Trump.
Aunque el mandatario afirmó que era un “gran honor” recibir Pelosi y Schumer, líderes de la minoría en la Cámara de Representantes y el Senado respectivamente, la inédita discusión en el Despacho Oval desnudó las enormes diferencias ideológicas en torno a la seguridad fronteriza.
La “rabieta” de Trump
Pelosi y Schumer, por su parte, advirtieron que si ocurre un cierre de la burocracia general será enteramente por culpa de Trump.
“El presidente dijo que las cosas están funcionando bastante bien en la frontera, y queremos darle lo mismo que tuvo el año pasado. Si funcionaron bien el año pasado, deben funcionar bien este año, y él no debería cerrar el gobierno”, dijo Schumer.
Preguntada sobre si el tono de la reunión augura un mal ambiente para las negociaciones entre su partido y Trump en adelante, Pelosi afirmó que la próxima sesión 116 del Congreso tendrá “transparencia” y “extenderá una mano de amistad para trabajar de forma bipartidista y encontrar terreno común”.
Pelosi dijo que no quiso contradecir en público a Trump pero que, a su juicio, utilizó cifra que no se fundamentan en la realidad.
Al regresar al Capitolio, Schumer la “rabieta” de Trump, y en un comunicado conjunto con Pelosi, ambos dejaron en claro que le presentaron dos opciones, y la pelota está en el techo del mandatario para impedir un cierre del gobierno.
Fuentes legislativas confirmaron a este diario que las opciones son aprobar una medida de gastos para todo un año, incluyendo el presupuesto del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), con $1,300 millones para bardas fronterizas, o aprobar una medida similar y dejar para 2019 la negociación sobre el muro.
El Congreso sólo ha aprobado los presupuestos de seis agencias federales y debe someter a voto los de otras siete, incluyendo el DHS, para evitar que el gobierno se quede sin fondos para la Navidad.
Trump ha sugerido en reiteradas ocasiones que el tema de inmigración es uno que le da réditos políticos frente a su base –ya lo intentó con la crisis de la caravana de inmigrantes antes de los comicios de mitad de término el mes pasado-, pero provocar un cierre del gobierno podría ser contraproducente, tomando en cuenta que su partido aún controla el Congreso.
Las pugnas partidistas giran en torno a las negociaciones en torno a los $5,000 millones que Trump ha solicitado para el año fiscal 2019 para la construcción de un muro en la frontera sur, como parte de su plan contra la inmigración ilegal.
Pero el Congreso, ansioso por impedir un cierre del gobierno que arrastre costos políticos, aprobó la semana pasada una medida de gastos temporal que vencerá el próximo 21 de diciembre, sin dinero adicional para el muro.
En cambio, los demócratas sí apoyan una concesión de $1,600 millones para un paquete de seguridad fronteriza que incluye fondos para la construcción o reparación de “vallas”, no para el muro que exige Trump.
Ya antes de la reunión en el Despacho Oval, Trump recurrió a Twitter para acusar a los demócratas de oponerse a la seguridad fronteriza, tras señalar que éstos habían apoyado en 2006 fondos para la construcción de un muro fronterizo. Pero esa ley de 2006, popularmente conocida como la “ley del muro”, estaba pensada para la construcción de un muro solo en ciertos tramos de la frontera.
Trump también afirmó que, sin fondos del Congreso, el Ejército construiría el muro, pero no está claro que las leyes federales permitan desviar fondos del Pentágono a esa tarea.
Las delicadas negociaciones se producen en unos momentos en que Pelosi afronta una incipiente rebelión en sus filas que busca frenar su ascenso, por segunda vez en la historia, como presidenta de la Cámara de Representantes el próximo 3 de enero. Pelosi aún no tiene todos los 218 votos que necesita para lograr el cargo en la cúpula de la Cámara Baja.
Tampoco Schumer se escapa de las críticas de miembros de su partido, algunos de los cuales desconfían de su capacidad para negociar y le exigen que no ceda un ápice frente a Trump.
¿Y la reforma migratoria?
Los demócratas recuperarán la mayoría en la Cámara Baja el próximo 3 de enero, por primera vez desde 2010 y tras conquistar al menos 40 escaños en los comicios del pasado 6 de noviembre. Eso ha insuflado energía al partido, que se ha trazado prioridades como la protección del cuidado de salud y el combate al cambio climático.
Aunque en el pasado los demócratas han argumentado que ningún debate sobre la seguridad fronteriza estaría completo sin la inclusión de una reforma migratoria, en esta ocasión no han precisado si ésta será una prioridad en los primeros 100 días de la próxima sesión legislativa.
Durante una conferencia anual sobre la integración de inmigrantes (“NIIC” de 2018), que ha reunido a centenares de activistas pro-inmigrantes en Arlington (Virginia), el entrante líder de la mayoría demócrata en la Cámara Baja, Steny Hoyer, prometió presentar una iniciativa para proteger a los “Dreamers” y a los “tepesianos”, pero no dijo cuándo.
Centenares de activistas pro-inmigrantes han programado una protesta frente al Capitolio para mañana, miércoles, para exigir que el Congreso no apruebe un centavo más “para las políticas anti-inmigrantes de la Administración Trump y los abusos de los derechos humanos” en la frontera.