La Víbora: Que quede claro: Juan Gabriel estiró la pata
A nuestra serpiente comentarista del entretenimiento no se le escapa nada ni nadie
Cómo dan lata con eso de que Juan Gabriel está vivo. ¿No entienden que el hombre estiró la pata? Como dicen por ahí: Cuando te mueres, ya no vives más. ¿Eso es tan difícil de entender? Pero lo más increíble es que hay personas en México que lo creen y que aseguran que el cantante reaparecerá en cualquier momento. En especial hay una presentadora que dice en su programa de televisión que el artista está vivito y coleando y que prepara su regreso a los escenarios, háganme el favor.
Todo esto surgió a raíz de las declaraciones que hizo un personaje raro y hasta creepy. Se trata de Joaquín Muñoz, exrepresentante de Juan Gabriel que salió con el cuento de que el intérprete había fingido su muerte que porque estaba cansado de todo y que ahora estaba más que listo para volver con material nuevo y toda la cosa.
Con decirles que ya hasta había fecha para la reaparición, que era este sábado pasado. ¿Y qué pasó? Pues que hubo un malentendido, según Muñoz. Ahora resulta que él no dijo lo que dijo, sino que dijo otra cosa. Ya, en serio, dijo que el cantante había cambiado de opinión y que ahora regresará a la vida pública el día en que cumple años, o sea, el 7 de enero.
No, no, no, de verdad todo esto está como para llorar de risa, pero por si fuera poco, ¿qué les parece que para demostrar que Juan Gabriel está más tieso que una paleta de hielo una revista mexicana que nunca publica mentiras –TV Notas– dio a conocer una foto de Juan Gabriel muerto? Es decir, que para ponerle la cereza al pastel, revelan una imagen más que horrible para según eso comprobar que el Divo de Juárez soltó el mecate. ¿De verdad hacía falta? Un poquito de clase por favor.
Hasta ahora no me explico cuál es la intención del exrepresentante de hacer toda esa faramalla. ¿Qué gana? Pero somos todavía más mensos los medios por hacerle caso y darle tanta bola. Mejor deberíamos concentrarnos en cosas más importantes, como la nueva vida de la Gaviota, que ahora tiene que volar en aviones comerciales y hacer filas horribles para abordar las naves.
Eso sí me pone triste. ¿Cómo que después de seis años de una vida de opulencia, una tarjeta con gastos ilimitados, sirvientes por todos lados, maquillista particular, vestidos de diseñador, comidas en los mejores restaurantes con cargo al erario público, ahora me la revuelven con la chusma en el aeropuerto de Los Angeles? ¿Les parece justo? A mí no. Yo quiero seguir viendo a mi Gaviotita en su vida falsa y gastando los millones que no eran de ella.
Eso sí es real, no como los cuentos chinos de que el Divo de Juárez está vivo.