Volkswagen restaura el antiguo Beetle de una californiana en su fábrica de Puebla, en México, y su historia te cautivará

Kathleen y su Beetle de nombre "Annie" han estado juntas por más de 50 años

Fue su primer y único auto

Fue su primer y único auto Crédito: Volkswagen

Kathleen Brooks recibió una inesperada sorpresa por parte de la compañía de autos alemanes que fabricó su Beetle de 1967 hace más de 50 años. Volkswagen restauró el “vocho” color rojo rubí de Brooks en su fábrica de México, Puebla, y los resultados finales fueron asombrosos.

La sorpresa por parte de la compañía surgió después de que Brooks contactara a una cadena de televisión local para preguntarles si estarían interesados en realizar una historia acerca de una californiana que celebraba el cumpleaños número 50 de su inseparable y antiguo vocho: “Annie”.

“Para celebrar a esta propietaria especial y su relación única con Annie, Volkswagen ofreció restaurar a Annie en su planta de Puebla, México, donde se ensambló el último Beetle enfriado por aire en 2003. El resultado fue más de lo que nadie podía esperar”, explicó Volkswagen en un comunicado de prensa.

Foto: Volkswagen

El icónico Beetle de Annie tiene más de 350,000 millas en su tablero y éste cuenta con interior de vinilo blanco, tubo de escape mejorado y 53 caballos de fuerza, según lo explica la compañía.

Brooks originalmente compró a Annie cuando ella tenía 21 años en un concesionario de Volkswagen en RIverside California y a un precio total de $2,300, con un préstamo de $28.87 por mes. Este fue el primer y único auto que Brooks ha tenido a lo largo de su vida.

En octubre de 2017, Kathleen permitió que Volkswagen tome prestada a Annie para el proceso de restauración en Puebla. Antes de que el remolque se llevara a Annie, Kathleen escribió una carta a las personas que la restaurarían:

Annie me recuerda mucho a mí: vieja, gastada, oxidada, golpeada y abollada. Sus tapacubos están terriblemente oxidados, ya que son repuestos; los originales fueron robados hace muchos años. Como yo, es lenta para ir cuesta arriba y funciona mucho mejor en un clima fresco…

la llamo Annie porque ha estado en mi vida por muchos años. Ha estado conmigo en mi matrimonio y en mi divorcio, la compra de una casa, mi propio negocio, varios empleos, tres brotes de cáncer de mama…

¡No puedo decirles cuántas personas se detienen y me preguntan por el auto! Los niños la aman y los adultos comienzan a conversar con la frase, “Yo solía tener un bug…” Cada vez que alguien me pregunta si la quiero vender, yo le digo: “Te agregaré a la lista”.

Mira el proceso de restauración de Annie:

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