Republicanos en la Cámara Baja rechazan nueva iniciativa para reabrir el gobierno
El cierre parcial del gobierno entra a su día número 24 sin esperanza a la vista
Con tan solo dos votos a favor por parte de republicanos la Cámara de Representantes rechazó este martes un nuevo proyecto de ley propuesto por los demócratas que pretendía reabrir la administración hasta el próximo 1 de febrero.
Un total de 237 congresistas votó a favor de la propuesta contra 187 que la rechazaron, pero la iniciativa cayó porque no consiguió el apoyo de los dos tercios de la Cámara que requería.
Este proyecto era el primero de los dos anunciados por el grupo demócrata esta semana para acabar con el cierre administrativo, que alcanza ya su jornada número 25 sin vistas a una resolución cercana.
Además de los representantes demócratas, seis republicanos votaron a favor de la iniciativa de hoy, aunque son menos de los que respaldaron un proyecto similar la semana pasada.
Una segunda normativa presupuestaria, también elaborada por los demócratas, se presentará y votará a finales de semana, que aportaría financiación a las agencias gubernamentales clausuradas hasta el 28 de febrero.
Pero en caso de aprobarse este proyecto de ley en la Cámara de Representantes, debería recibir el visto bueno en el Senado, donde el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, ha repetido en varias ocasiones que no adoptará ninguna legislación que el presidente, Donald Trump, no apoye.
Por otra parte, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, informó hoy de que un grupo de congresistas demócratas rechazó una invitación para negociar con miembros de Gobierno un posible acuerdo que acabe con el cierre de la Administración.
Mientras tanto, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, aseguró, también hoy, que lleva en torno a “una semana” sin recibir noticias de Trump pero que se reunirá con él “siempre que quiera”, recogieron medios de comunicación locales.
Desde el 22 de diciembre, una parte de la Administración del país permanece clausurada mientras Trump y los demócratas mantienen un pulso por una asignación presupuestaria muy concreta: los 5,700 millones de dólares que el presidente pide al Congreso para edificar su prometido muro en la frontera con México.