Ecuatoriano de 103 años cuenta el secreto de su longevidad
Rodeado de su familia y a ritmo de mariachi esta celebra celebró un año más de vida
Sin poder contener una carcajada Jesús Moreno Sosa dijo que no recuerda cuantos hijos tiene. Sin embargo, sí recuerda claramente su oración de cada mañana.
“Esclarece el laurel al bello cielo, otro día de vida que nos dais. Gracias al creador del universo, oh padre nuestro que en el cielo estáis…”, declamó esta semana en voz alta y sin olvidar ninguna palabra frente a los presentes en el Centro de Cuidado para Personas de la Tercera Edad PACE de AltaMed en la ciudad de Downey.
Y no era para menos. La reunión era digna de celebrarse con amigos y familiares que acompañados del mariachi cantaron las mañanitas a Moreno Sosa, quien cumplió 103 años de vida.
El padre de nueve hijos, 37 nietos y 72 bisnietos vivió en su natal Ecuador hasta los 87 años cuando se mudó a Estados Unidos para vivir con su hija Luz Rubio.
De los recuentos de su vida se pudieran escribir libros completos de sus experiencias incluyendo la guerra civil ecuatoriana y la guerra Perú/Ecuador en 1941.
“Él es un hombre tan inteligente… Era agricultor, tenía ganado, hacía cajas de féretros”, dijo Rubio. “Le gustaba mucho leer, dijo que él conoce el mundo por los libros”.
Contó que su padre recuerda casi toda su niñez incluyendo cuando u madre le daba de comer en la boca y lo mecía en una hamaca. Y agregó que es el menor de seis hermanos, de los cuales todos ya fallecieron.
Aunque Moreno Sosa una una silla de ruedas, esto no le impide levantarse a las 5:00 a.m., todos los días para ir al centro Pace de AltaMed, contó su hija.
“Él mismo se alista para irse”, comentó la mujer, quien asegura que parte de la longeva vida de su padre se la atribuye al amor que lo ha rodeado.
“Me siento tan privilegiada, tan orgullosa de tener a mi padre a sus 103 años”, dijo Rubio sin poder contener las lágrimas de la emoción.
Por su parte, el ecuatoriano añade que su longevidad se debe a la genética ya que su madre llegó a vivir hasta los 105 años de edad y su hermano hasta los 97. También dijo que una buena alimentación es vital para estar sano al paso del tiempo.
Y para celebrar dicho camino recorrido digno de admirarse, el centro PACE de AltaMed echó la casa por la ventana en su cumpleaños.
“Les hacemos una celebración a nuestros clientes para demostrar que no solo cuidamos de su salud y sus necesidades pero también celebramos los años venideros”, dijo Vania Pineda, supervisora del centro PACE de AltaMed.
“Sus compañeros están muy emocionados porque todos pusieron algo para que se realizara la celebración”.
Pineda comentó que las personas de la tercera edad que asisten al programa PACE de AltaMed tienen un proveedor de salud y quienes lo necesiten tienen un trabajador social y un supervisor de sus casos.
El programa PACE brinda servicios médicos, sociales, nutricionales y de rehabilitación a pacientes de 55 años o más que han recibido la certificación del estado que necesitan atención de enfermería.
Además evita que las personas mayores terminen en un asilo de ancianos y puedan vivir con dignidad y orgullo en sus propios hogares mientras reciben la atención que necesitan.
El programa PACE de AltaMed tiene ocho instalaciones que sirven a casi 2,400 adultos mayores en 51 ciudades en todo el Condado de Los Ángeles. Usualmente los clientes visitan el lugar a diario de 9:00 a.m., a 2:00 p.m.
El programa PACE de AltaMed tiene ocho sitios que sirven a casi 2,400 adultos mayores en 51 ciudades en todo el Condado de Los Ángeles. Para obtener más información acerca del programa y para ver si usted o algún familiar mayor de edad califica llame al (855) 252-7223 o visite https://www.altamed.org/es.