Conductores de Uber y Lyft protestan y piden mejor paga y derechos laborales
Decenas de ellos pidieron al gobernador Gavin Newsom que interceda en sus demandas
Hace tres años, Carlos Alvarez empezó a trabajar para las compañía de transporte compartido Uber y Lyft y las cosas inicialmente iban bien.
Pero con mayor competencia, la necesidad de comprar un auto nuevo para cumplir con las demandas de la empresa y el costo de la gasolina, ahora sus ingresos han bajado exponencialmente.
“Estoy pagando dos carros, me sale casi 1,000 dólares”, señala este hombre de 65 años, quien antes laboraba para un negocio de decoraciones, pero se accidentó y pasó sin trabajar casi cuatro años.
“Tenemos que hacer una inversión fuerte y nos están dando centavos”en paga, se quejó este hombre, detallando que para generar 150 dólares en ingresos diarios debe trabajar entre 12-14 horas, siete días a la semana.
Peor aún, dice que “Como trabajadores del volante no tenemos ningún derecho con las empresas”.
Es por eso que este miércoles se unió a una protesta con otros conductores frente al edificio estatal en el centro de Los Ángeles para pedirle al gobernador Gavin Newsom que interceda por ellos.
‘Las ganancias no nos salen’
“Venimos a pedir que nos ayude a que podamos ser contados en las políticas de Lyft y Uber para tener un pago justo, nos desactivan sin darnos notificación y queremos el derecho a organizarnos”, expresó.
Ingrid González, una madre soltera con dos niños pequeños, dijo que empezó a conducir para estas empresas por la flexibilidad que le daban.
Pero cada vez debe trabajar más para poder ganar entre 400 y 500 dólares a la semana. Sin embargo, a esto debe deducirle el pago de 370 dólares por un auto que compró para cumplir con los requisitos de la compañía, el seguro del mismo, así como la gasolina.
“Soy madre soltera y tengo que salir a exponerme que me pase algo en la calle”, dijo la mujer de 42 años.
“No tenemos seguro medico. Nosotros pagamos el seguro del vehículo, no nos pagan la gasolina. Lo que queremos es que se sienten con nosotros y poder negociar”, agregó Gonzáalez.
“Las ganancias no nos sale. Ellos deberían pagar parte del seguro para nosotros poder respirar”, dijo.
La realidad es que estos conductores son considerados como contratistas independientes y no empleados, por lo que no califican para recibir prestaciones laborales.
Por años se han quejado de que esta categoría no refleja su realidad, pues es la empresa la que decide cuándo y dónde trabajan, y requiere otros aspectos que los califican como empleados.
Un vocero de Uber dijo a través de un comunicado que “apoyamos los esfuerzos de modernizar las leyes laborales de manera que preserven la flexibilidad que los conductores nos dicen que valoran mientras mejoran la calidad y seguridad del trabajo independiente”.