De una infracción de tránsito al centro de Mesa de Otay
Policía de la ciudad de Corona argumenta que ellos no lo detuvieron, pero la familia asegura que le avisaron al CBP
Daniel Alberto Valenzuela Rodríguez venía de dejar a sus tres hijas en la escuela cuando, ya casi para llegar a su casa, fue detenido por la policía de la ciudad de Corona por una violación de tránsito.
Lo que este padre nunca esperó, según indica su familia, es que el mismo agente que lo detuvo, iba a llamar a la Patrulla Fronteriza (CBP) para que vinieran por él.
En un par de horas, y en plena calle, pasó de las manos de la policía local a la Patrulla Fronteriza.
El incidente ocurrió el 31 de enero alrededor de las 7:30 a.m.
Daniel Alberto Valenzuela, de 35 años de edad, es un inmigrante que iba y venía a México con una visa de turista. Su esposa Gloria y sus tres hijos, de 18, 16 y 12 años, vivían en Corona.
“Nos enteramos de la detención porque el agente de la policía de Corona le llamó por teléfono a mi hija para preguntarle si el carro que conducía Daniel era de ella”, relata Monse Janeth Valenzuela, cuñada de Daniel.
“Mi hija se quedó en shock sin saber qué decir. Cuando le dijo que sí, el oficial le explicó que su tío había sido detenido por una violación de tránsito y que necesitaban que fuera por el carro porque si no se lo iba a llevar la grúa”, agrega.
Cuando la sobrina fue al lugar, preguntó que dónde estaba el conductor de su auto, el oficial de la Policía de Corona, que aún estaba en el lugar, le dijo que se lo había llevado la Patrulla Fronteriza porque su permiso para permanecer en el país había expirado.
Monse Janeth Valenzuela, cuñada de Daniel alcanzó a hablar unos minutos con Daniel, cuando lo tenía en Temecula, la mañana de su detención.
“No sabemos mucho ni cuál fue la falta que cometió. Cuando me habló lo estaban presionando para que colgara. Lo único que conseguimos saber a través del Consulado de México en San Bernardino es que se lo llevaron al Centro de Detención de la Mesa de Otay”, dijo Gloria Valenzuela, esposa de Daniel Alberto.
Monse Janeth afirmó que toda la familia está devastada con la noticia del arresto de Daniel. “Nos molesta mucho que por una violación de tránsito se lo hayan entregado a migración y ni siquiera lo llevaron a la estación de Policía”, dijo.
Agregó que el único pecado de su hermano, fue permitir que su permiso para estar en el país, se le expirara.
“Él no tiene ningún antecedente penal. Lo sabemos nosotros su familia. Y el Consulado de México no los confirmó”, señaló.
Hizo ver que están pensando seriamente en demandar a la Ciudad de Corona por haber entregado a su cuñado a migración y violado la Ley Santuario que prohíbe la cooperación de las policías locales con migración, a menos que el inmigrante detenido sea alguien que haya cometido un delito grave.
También dijo que violaron la Ley de Confianza que prohíbe que las policías locales mantengan bajo su techo y cuidado a un inmigrante a petición de las autoridades de migración.
“Fue algo ilegal lo que hicieron. La policía no tenía por qué llamar a migración. Estamos muy molestos, devastados y admirados”, señaló.
El sargento Jason Pérez de la Policía de Corona confirmó que ellos detuvieron a Daniel Alberto Valenzuela en una parada de tráfico, pero de momento no aportó mayores detalles porque dijo que están investigando el asunto. Prometió que la próxima semana, tendrán lista una declaración con lo sucedido y sus políticas en torno a los inmigrantes.
Preocupación comunitaria
Emilio Amaya García, del Centro de Servicios Comunitarios de San Bernardino —una organización no lucrativa que lleva la defensa legal de inmigrantes— dijo que diversas entidades han expresado su preocupación por la cooperación informal que se da entre las agencias de la ley y la oficina de la Patrulla Fronteriza.
Agregó que, esto no solo constituye una violación a la ley del Acta de Valores de California, la SB 54 sino al Debido Proceso de las personas detenidas.
“El uso del perfil racial es lo único que da lugar a que los agentes de policía llamen a la Patrulla Fronteriza cuando detienen a alguien por una violación a las leyes de tránsito, ya que los agentes de policía carecen de formación profesional y la capacitación para interpretar leyes de migración”, remarcó.
Consideró que la supuesta cooperación informal en regiones conservadoras de California, se da por razones políticas y raciales. “Estas acciones refuerzan la desconfianza que la comunidad inmigrante tiene hacia algunas agencias de la ley”, enfatizó.
Y lamentó que esta aparente práctica sea muy común en el área de Inland-Empire