Familias piden justicia para sus hijos muertos
Ofrecen recompensa por dos asesinatos sin resolver en Sylmar
Eran jóvenes, con mucha vida por delante y murieron en circunstancias que todavía no se han esclarecido.
Y este lunes, el Concejo Municipal de Los Ángeles aprobó dos recompensas de 50,000 dólares cada una para cualquiera que ofrezca información que lleve a la captura de los responsables de la muerte a tiros de Pedro Hernández y Gregory Baltazar en Sylmar el año pasado.
“Le quitaron la vida a mi hijo y a nosotros”
Alrededor de las 9:00 p.m. del 11 de enero de 2018, dos hombres no identificados tocaron la puerta de la familia Baltazar sobre la cuadra 13600 de la Avenida Simshaw y Gregory fue a abrir y empezó a discutir con las personas, una de las cuales le hizo varios disparos.
Cuando su madre, Rosalía Baltazar y su hermana fueron a ver qué ocurría, “encontraron a Gregory desangrándose”, dijo el detective Eloy Navarro de la Policía de Los Ángeles (LAPD).
El hombre de 31 años murió en los brazos de su madre.
“Ni él, ni ninguna persona se merece que le quitan la vida así”, dijo ella durante una conferencia de prensa este lunes en la estación Mission del LAPD, donde hizo un llamado para que cualquiera que tenga información sobre el hecho, diga lo que sabe y “que no permitan que se pierdan más vidas”.
“No solo matan a la persona, matan también a la familia. Estamos viviendo una pesadilla todos los días”, dijo la madre.
El padre del muchacho, Gregorio Baltazar, secundó eso.
“Le quitaron la vida a mi hijo y a nosotros también”, expresó.
Celebración termina en tragedia
El 2 de septiembre de 2018, luego de disfrutar con su familia en el cumpleaños de una de sus hermanas mayores, Pedro Hernández se fue a recoger a su novia y luego a una fiesta en una casa particular de la cuadra 14500 de la Avenida Tyler.
Su madre, Ofelia Hernández, lo vio por última vez poco antes de la medianoche
“El no quería ir, pero sus amigos le dijeron que fuera”, recuerda.
Alrededor de la 1:00 a.m. se produjo una discusión en la fiesta que involucró a numerosas personas. Según las investigaciones, Pedro intervino y trató de parar la pelea, pero una de las personas sacó un arma y le disparó. El joven de 19 años murió en el hospital horas más tarde.
A pesar que había alrededor de 100 personas en la celebración y cerca de 20 estaban lo suficientemente cerca para ver lo que ocurrió, al parecer temen decirlo, dijo el detective Rich Moakley del LAPD.
Se sabe que hubo pandilleros que no fueron invitados y se presentaron al lugar sin previo aviso, pero de ahí nadie ha dicho nada, algo que frustra a la Policía y a la familia de Pedro.
“Hay tantas versiones que no sabemos ni qué pasó”, dijo su madre, quien recordó al menor de sus cuatro hijos como una persona alegre, “siempre con una sonrisa”, “siempre dando abrazos a todo mundo” y que quería ser mecánico de avición.
Juliana Jiménez, hermana de Pedro, dijo que perdona a quién le haya quitado la vida a hermano, y le pidió que se entregue. A los amigos de Pedro, o aquellos que vieron lo que pasó y no lo han dicho, les imploró que revelen lo ocurrido.
“Si realmente eras su amigo, hazlo por él”, dijo.
La concejal Mónica Rodríguez también hizo un llamado para que la gente provea informción, algo que puede hacer de manera anónima.
“Y así asegurar que estas familias finalmente tenan algo de paz”, expresó.