Impacto de trabajadores con signos tempranos de demencia
Al envejecer la fuerza laboral, los empleadores buscan nuevas maneras de lidiar con los empleados de mayor edad
A medida que crece la expectativa de vida, también crece la edad de los trabajadores en el mercado laboral. En la actualidad, son muchos los empleados mayores que necesitan seguir trabajando después de la edad de jubilación por motivos económicos. Al mismo tiempo, cada vez más trabajadores mayores deciden seguir haciéndolo por cuestiones personales.
Este envejecimiento de la mano de obra puede resultar en trabajadores con disminuciones cognitivas, de memoria, o con signos tempranos de demencia. Un ejemplo de esto, son los empleados ejemplares que durante toda su carrera han cumplido con sus tareas laborales, pero a partir de cierta edad comienzan a confundirse y olvidarse de fechas, reuniones y asignaciones, entre otras cosas.
De acuerdo a información de la organización de Alzheimer, muchos trabajadores continúan su labor, incluso luego de haber sido diagnosticados con demencia. En otros casos, el empleado no está consciente de su enfermedad, y, cuando su rendimiento laboral comienza a deteriorarse, pierde su trabajo. Según información de la Oficina de Estadísticas Laborales, entre 2014 y 2024, el grupo de trabajadores mayores de 75 años de edad, aumentará un 86%.
Signos de demencia en el lugar de trabajo
Estos son algunos de los signos tempranos de Alzheimer y otros tipos de demencia, en el ambiente laboral.
- Falta de energía y motivación. El trabajador se ve siempre cansado y ha perdido interés en proyectos laborales que solían interesarla/o. También muestra confusión y dificultad para terminar tareas.
- Problemas de memoria. Por momentos, el empleado parece confundido y olvida tareas, fechas, reuniones, e incluso los nombres de colegas con los que solía trabajar.
- Cambios de humor. El trabajador se comporta de manera irracional, y tiene problemas para decidir y llevar a cabo proyectos laborales. Los individuos con signos tempranos de demencia pueden tomar decisiones arbitrarias o imponer demandas irrealistas que terminan perjudicando su rendimiento.
- Problemas de lenguaje. Uno de los síntomas del deterioro cognitivo puede verse a la hora de enviar correos y de redactar en general (falta de acentos, problemas de ortografía). El trabajador con demencia también olvida palabras comunes y como resultado, prefiere quedarse callado y no participar en reuniones y conversaciones laborales.
- Inhabilidad para resolver problemas de matemáticas, o entender situaciones complejas, lo que a su vez se refleja en el tipo de decisiones y que puede resultar en problemas mayores para el individuo, sus compañeros de trabajo y para la empresa en general.
Para considerar
Ante la realidad del envejecimiento de la población laboral, los empleadores deben buscar formas de apoyar al trabajador, tanto con requisitos laborales flexibles, como con opciones para aquellos que deciden dejar de trabajar, tras recibir el diagnóstico de Alzheimer u otro tipo de demencia.
Algunas de las maneras de apoyar a los trabajadores con demencia temprana es dándoles instrucciones simples, por escrito, utilizar recordatorios y calendarios especiales para que no se olvide de fechas y reuniones importantes, buscarles tareas que puedan realizar con las habilidades que aún les quedan, o buscando a un compañero de trabajo que lo apoye en sus tareas.