La Dame Blanche viene por la revancha

Luego de varios años de trabajar para otros artistas, la cantante cubana trae a Los Angeles su propio proyecto musical

Cuando era niña, Yaité Ramos Rodríguez se imaginaba sobre un pedestal tocando la flauta clásica. Eso a pesar de que su casa estaba constantemente inundada de música tradicional cubana. Su padre es Jesus “Aguaje” Ramos, trombonista y director musical de Buena Vista Social Club, y su tío es uno de los vocalistas de los Van Van; ambas bandas son quizá las más reconocidas y respetadas fuera y dentro de la isla.

Sin embargo, una cosa es lo que Ramos quería y otra la que el destino le tenía deparado.

La vida, o más bien un amor, la llevó a París, donde fincó su residencia. Ahí comenzó a trabajar con distintos artistas y en diferentes proyectos musicales, entre ellos Rumbana, una banda de salsa de mujeres. También fue corista de Sargento García, con quien estuvo de gira por varios años. Fue en una de las giras de este cantante francés cuando vino a Estados Unidos.

La necesidad, no obstante, la fue llevando por otros rumbos hasta que decidió crear su propio proyecto. Pero tenía que ser con todo lo que aprendió y escuchó desde pequeña: música clásica y música tradicional cubana. ¿Pero qué tal integrar también los ritmos que descubrió cuando salió de Cuba? ¿Y por qué no baile, si era además algo que le apasiona? Así nació La Dame Blanche, que el lunes estará en Los Angeles para ofrecer un show en el club Gold Diggers.

“Ahora estoy aquí, por primera vez sola; es como una revancha de la vida”, dijo Ramos la semana pasada en una entrevista telefónica que ofreció desde San Francisco, donde también dio un concierto. “Es como un sueño hecho realidad”.

No solo viene con sus propios músicos y su propio nombre, sino con un disco en la maleta. Su tercer álbum se llama “Bajo el mismo cielo”, y es una mezcla de hip hop, cumbia, reggae y dancehall. Para completar el espectáculo, calificado por quienes lo han visto como “explosivo”, Ramos toca la flauta, baila y sostiene un cigarro en uno de los sets –algo que seguramente no podrá hacer en Los Angeles debido a la ley que prohibe fumar dentro de lugares públicos–.

Ramos dice que todo en su carrera comenzó a fluir el día que se olvidó de las restricciones de cada género musical y de pensar que solo podría trabajar como colaboradora con otros artistas.

“Un día dije, ‘bueno, voy a ser lo más natural posible, al diablo con la técnica’, y me convertí en lo que soy hoy en día, La Dame Blanche”, dijo. “[Aunque] de pequeña siempre soñé con ser una flautista de pupitre”.

En contraste con su formación en una escuela de música clásica en Cuba, la casa de Blanche siempre estaba llena de grandes y extraordinarios cantantes y músicos de la isla. Para ella, ellos fueron sus primeras referencias y su mayor inspiración cuando decidió grabar sus propios discos.

Y su nombre lo tomó de una leyenda que se cuenta en varias culturas del mundo, y que tiene que ver con una macabra mujer que se aparece en las carreteras para espantar a los conductores. Ramos, sin embargo, le quiso dar un significado diferente a el supuesto fantasma, lejos de lo negativo que implica.

“Yo lo quise traducir como algo bueno”, dijo, “Como una santera, como un mensaje positivo ya que la música hace milagros y con ella me defiendo”.

En detalle

Qué: La Dame Blanche

Cuándo: lunes, 8 pm

Dónde: Gold Diggers, 5632 Santa Monica Blvd., Los Angeles

Cómo: entrada gratuita

Informes: (323) 610-6972 y

La cantante fue corista de Sargento García. Foto: Pepe Escarpita
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