Proponen legislación para personas mayores con discapacidades
La buena noticia es que la expectativa de vida de la población cada vez es más alta. La mala noticia es que no todas las personas mayores reciben el apoyo y los servicios de salud que necesitan, en particular aquellas personas con desafíos físicos o psicológicos.
En la actualidad, casi 8 millones de personas en California, tanto ancianas, como con desafíos físicos, intelectuales, de desarrollo o movilidad no pueden costear los servicios que necesitan. Los servicios de largo plazo (long- term services and support o LTSS) deben pagarlos de sus propios bolsillos. Dichos costos impactan negativamente sus vidas y la de sus familias. Ejemplos de servicios a largo plazo incluyen ayuda con transportación, cuidado personal, o comidas, entre otros.
Christina Mills, residente de California y directora ejecutiva de la Fundación para una vida independiente de California, padece de ontogénesis imperfecta, un desorden genético caracterizado por la fragilidad de los huesos que se quiebran con facilidad, y que dura de por vida.
“Mi madre, que me crio sola, hizo todo lo que pudo y me consiguió Medicaid”, indicó Mills, en entrevista con La Opinión. “No puedo imaginarme lo que hubiese sido mi vida sin esa cobertura de salud”, agregó.
De niña, Mills recibió “Supplemental Security Income” o SSI, un programa designado para ayudar a personas con desafíos físicos, psicológicos, de bajos recursos, que provee fondos para necesidades básicas como comida, ropa o vivienda. Más del 70% de las personas que reciben SSI nunca salen del programa.
“Es una situación difícil y vulnerable”, explicó Mills. Cuando aquellos que reciben SSI quieren volver a trabajar, corren el riesgo de perder la elegibilidad. Tras salir del programa, Mills perdió los servicios que recibía.
“Incluso hubo momentos en los que no tenía cobertura médica”, compartió. En la actualidad, Mills tiene un seguro médico muy bueno, a través de su trabajo, pero aún existen servicios que ella necesita y que los seguros no cubren, como por ejemplo, los costos de sillas de ruedas, modificaciones en el hogar para personas con desafíos físicos, o audífonos, entre muchos otros.
“El cinco por ciento de mi ingreso anual, se va en ese tipo de gastos”, indicó Mills.
Demasiado pero no suficiente
Millones de familias en California que proven ayuda a sus familiares mayores de edad con desafíos, deben hipotecar su futuro para poder costear el apoyo a sus seres queridos. Son muchos los casos en los que la familia “ganan demasiado”, para poder calificar para Medi-Cal o para programas de servicios de largo plazo y tienen que gastar sus activos para poder calificar.
Propuesta de ley
“A medida que nuestros familiares y vecinos envejecen, muchas familias necesitan ayuda para cuidarlos en su hogar o en un centro de atención a largo plazo. Pero muchas familias no pueden pagar por la atención necesaria “, dijo el doctor Richard Pan, senador estatal que representa a la región de Sacramento.
El senador Pan, junto al asambleísta Ash Kalra, representante de San José, presentaron la propuesta de ley SB 512, para financiar servicios y apoyo a largo plazo para las familias trabajadoras y de clase media del estado. También conocida como cuidado a largo plazo (LTC), ofrecería una amplia gama de tareas diarias, como por ejemplo servicios de cuidado personal (bañarse, vestirse, ir al baño); cuidado complejo (medicamentos, cuidado de heridas); ayuda con el servicio de limpieza, transporte, pago de facturas y comidas; y otros servicios sociales.
“La propuesta es parte de una visión más amplia de cuidado para las personas mayores con desafíos”, señaló el senador Pan, en entrevista con La Opinión.
“Los costos de cuidado a largo plazo están fuera del alcance de muchas familias de California que luchan por cuidar a un ser querido”, dijo Nancy McPherson, directora estatal de AARP California. “Necesitamos ampliar el acceso a estos servicios de una manera que sea financieramente responsable para California y que empodere a las personas que están envejeciendo o viviendo con discapacidades”.
La propuesta está pensada principalmente para familias de clase media, que generalmente ganan “demasiado” para calificar para Medi-Cal, pero no pueden costear los cuidados a largo plazo.