Jennifer Garner sigue admirando a su exesposo Ben Affleck
Ni el divorcio o los problemas de alcohol del actor, le impiden halagarlo
La actriz Jennifer Garner no ha tenido reparo de ningún tipo en expresarse abiertamente sobre la impresión que buena parte del público tiene sobre su exmarido Ben Affleck, de quien se divorció a finales de 2018 tras varios años separados y una relación notablemente marcada por la adicción al alcohol del oscarizado intérprete.
Sin embargo, la artista se ha referido únicamente al prestigio del que goza el intérprete en lo que a su polifacética carrera cinematográfica se refiere, de lo que se deriva un amplio historial de premios y reconocimientos que ella, por su parte, no tiene y que a su juicio explica el trato diferenciado que se les ha dispensado tradicionalmente.
“Claro, mide más de 1,90, es más grande que la vida misma y encima ha sido Batman. Y tiene dos premios Óscar en su haber. Es un tipo muy poderoso e influyente en muchos sentidos, tiene una gran presencia y carisma. A algunas personas les resulta intimidante, mientras que a mí la gente se me acerca con total naturalidad”, ha reflexionado la intérprete para, justo a continuación, revelar que semejante comparativa les resulta francamente sorprendente a los tres hijos del exmatrimonio, aunque no tanto a ella misma.
“Nuestros hijos no acaban de entender por qué existe esta clase de adoración hacia su padre y por qué su madre no tiene ese mismo aura. Claro, ellos nos tratan como padres, que es lo que somos para ellos, y les sorprende mucho esa diferencia en el trato”, ha añadido durante una sincera conversación en el podcast del actor David Tennant, con quien coprotagonizó la película ‘Camping’.
Teniendo en cuenta la admiración profesional y personal que Jennifer siente por su exmarido, sin olvidar sus responsabilidades compartidas como progenitores de Violet (13), Seraphina (10) y Samuel (7), resulta comprensible que la expareja haya tratado de organizarse siempre de la forma más equilibrada y efectiva posible para garantizar la estabilidad familiar y, por supuesto, la cordialidad en sus relaciones.
“Han tenido un año complicado y lleno de altibajos, como es natural, pero ahora parece que las cosas se han calmado bastante. Al margen de los problemas, su actitud siempre ha sido positiva y muy constructiva, porque son familia y además amigos, así que seguirán en esta línea de cara al futuro”, explicaba recientemente una fuente cercana al exmatrimonio.