Venta de drogas por móvil y hasta en gasolinerías, se expande narcomenudeo en México

El barrio bravo de Tepito es considerado el punto más recurrente en la venta de drogas

MÉXICO – Los tiempos cambian, y la forma en que los narcomenudistas expanden su “negocio” también, ya no solo es en la llamadas “narcotienditas” donde los criminales ofrecen la droga a los consumidores, ahora hasta se pueden hacer pedidos a través del celular y hasta en estaciones de gasolina.

Así que los sitios y las formas donde hace 20 años se vendía droga han cambiado o diversificado, incluso, ahora venden hasta en gasolinerías.

Aunque el tradicional Barrio de Tepito es considerado aún por las autoridades como el principal punto de abastecimiento, zonas como Iztapalapa y Tláhuac son focos rojos. Y no solo esas zonas, otras colonias aledañas al centro de la capital han llegado los narcomenudistas.

Hace 20 años para comprar marihuana o cocaína era necesario acudir a Tepito, hacer contacto con un vendedor y pactar el intercambio.

Luego surgieron las llamadas “narcotiendas“, principalmente en zonas periféricas, mientras los antros fueron cooptados por dealers.

Ahora, la compra de droga se puede hacer por celular y con entrega a domicilio, o hasta en gasolineras.

Esto se debe a que el crimen organizado y el narcomenudeo siguen una lógica mercantil, que ha diversificado desde sus puntos de venta, hasta sus actividades.

Diego recuerda que a finales de febrero volvía en taxi de una fiesta en Ejército Constitucionalista. El chofer le avisó que debía pasar a la gasolinera. Al llegar a la estación no cargó combustible, pero sí compró dos dosis de cocaína.

“La dinámica del crimen organizado ha mudado”, apunta Daniel Cunjama, investigador del Inacipe y experto en temas de crimen organizado.

“No hay que perder de vista que la parte de la criminalidad del narcotráfico está pensada desde la lógica económica; la actividad comparte las reglas del mercado: la oferta, la demanda, los costos, atraviesa por las mismas variables que atraviesa cualquier negocio, cualquier empresa”, comenta.

Bajo esta lógica, abundó, se flexibilizaron las zonas de distribución y venta de narcóticos.

Por ejemplo, en octubre del año pasado, la Policía Federal y la Fiscalía de Narcomenudeo de la Procuraduría capitalina desmantelaron un remolque que había sido adaptado como laboratorio para producir metanfetaminas, así como una narcotienda en un departamento, en Lomas de Sotelo, en la Alcaldía Miguel Hidalgo.

“Antes, había un monopolio, digamos, de quién vendía la droga en ciertos territorios, en ciertas regiones, ahora es un monopolio que se ha fraccionado, diversificado en términos de células, tipo franquicias, como si fuera un Oxxo o un Seven o como si fueran unas pizzas.

“Y ya son franquicias que no le pertenecen a un sólo dueño, sino hay alguien que compra, por decirlo así, la marca, pero que tienen una relativa autonomía”, explica Cunjama.

El año pasado se registraron en la CDMX 923 denuncias por narcomenudeo con fines de venta y suministro.

Las colonias con más casos fueron Morelos (56), Centro (28), Guerrero (27), Pedregal de Santo Domingo (23) y Buenavista (20).

En la Morelos, la mayor concentración de casos se ubica en un polígono formado por Eje 1 Norte, Peralvillo, Aztecas y Matamoros.

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