La inversión federal de EE UU a El Salvador debe seguir, Wendy Carrillo
Se trató de un viaje muy productivo para que el gobernador de California viera de primera mano los problemas
“Es súper importante que la ayuda federal de Estados Unidos hacia El Salvador continúe para que pueda recuperar su economía, la gente tenga oportunidades y no emigre”, dijo la asambleísta de Los Ángeles, Wendy Carrillo a su regreso de un viaje a El Salvador a donde acompañó al gobernador de California, Gavin Newsom.
“El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) gasta 27 mil dólares por cada persona que detiene y deporta. Si ese dinero se invirtiera en países como El Salvador, se haría una gran diferencia. Esos fondos pueden hacer prosperar a El Salvador”, señaló.
La asambleísta Carrillo salió con su familia de El Salvador cuando ella tenía cinco años, forzados por la Guerra Civil.
El gobernador viajó a El Salvador porque quería ver por sí mismo la situación económica, la violencia contra la mujer específicamente, y el proceso de retorno de personas deportadas en El Salvador, comentó la asambleísta. “Fuimos a La Chacra, un centro de recibimiento para quienes han regresado, y pudo ver y escuchar esas primeras experiencias”, relató.
Pero también Newsom supo del drama que viven los negocios pequeños y vendedores ambulantes. “Las pandillas de El Salvador hacen su dinero no de las drogas sino de la extorsión. Hay 40,000 vendedores ambulantes en la capital de El Salvador que cada día les pagan 46,000 mil dólares”, señaló.
La asambleísta confió que el gobernador y su esposa pusieron mucha atención a los problemas que les expusieron. “Querían saber detalles y escucharon con mucha compasión que la gente tuvieron el valor de decirles sus experiencias”.
“La diferencia con este gobernador, es que tiene hijos pequeños y ha visto la situación en la frontera de niños y mamás que huyen de sus países. Él piensa que ayudarlos es una responsabilidad moral”, externo.
Carrillo dijo que el gobernador pudo ver las dos caras de El Salvador: la de la violencia, las caravanas, pandillas, la migración irregular; pero también la otra cara, la de la esperanza.
“La gente no se quiere ir. Salen por causas económicas y porque buscan una vida mejor”, expuso.
Y consideró que Estados Unidos tiene un potencial grande para cambiar el desarrollo económico en El Salvador.
“Hay oportunidades económicas con el turismo. También El Salvador está tratando de cambiar el manejo de las escuelas públicas para que ya no sean de medio tiempo y los estudiantes no solo vayan de las 8 de la mañana a las 12 de la tarde. Solo los que tienen dinero pueden mandar a sus hijos a la escuela todo el día”, comenta.
Y eso es algo que el gobernador también quiere lograr en California desde los primeros años de la infancia hasta el colegio.
“El Salvador y California tiene metas compartidas que fueron descubiertas en este viaje”, afirmó.
Consideró que las críticas del viaje del gobernador Newsom, se deben a un poco de ignorancia.
“California es el estado con la población más grande de salvadoreños, con 700,000. Además de 50,000 tepesianos (beneficiarios del programa TPS) y otros miles que reciben DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia). Ellos pagan impuestos, y sus problemas son problemas de California”, dijo.
Y reafirmó que como la única representante salvadoreña-americana en la legislatura estatal que va a seguir luchando por las comunidades migrantes, aportando su propia experiencia.