“Por la fiebre del aguacate desaparecieron a mi familia en Michoacán”

Michoacanos denuncian que no es sólo el narcotráfico la causa de raptos y muertes, también despojarlos de sus tierras para cultivar el oro verde demandado en EEUU

MÉXICO – Laura María Orozco y Evangelina Contreras son, de las regiones de  Tierra Caliente y la Costa, en Michoacán, dos de las zonas más ricas del país por el cultivo del aguacate y las minas de oro, aunque para ellas fue una desgracia: organizaciones criminales con presunto apoyo de instituciones del Estado las despojaron de todo.

De la compañía de sus familiares, de tierras, de su lugar de origen, del derecho a una vida en paz por la que hoy luchan como parte del Colectivo de Familiares Caminando por la Justicia (CFCJ), una de las múltiples organizacionesde  michoacanas, que buscan a amigos y parientes desaparecidos.

Según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidos existen más de 40,000 desaparecidos, de los cuales, en Michoacán existen 1,269 averiguaciones previas.

Del 28 de abril al 12 de mayo, familiares realizarán la V  Caravana de desaparecidos “Buscando, encontraremos”. Recorrerán cárceles y fosas con apoyo de antropólogos forenses por las ciudades de Reyes, Sahuayo, Zitácuaro, Huentamo y Atila, que forman parte de una zona de migración  hacia Estados Unidos.

El CFCJ organizó  una conferencia de prensa a la cual se enlazó la Universidad Estatal de California Los Angeles. “Queremos mandar el mensaje al exterior  para que se haga visible que en México la violencia no sólo ocurre por narcotráfico, sino también violaciones a los derechos humanos con participación del Estado”, advirtió Luz María Orozco.

Aquí hay mucha ambición por la riqueza y la economía de nuestros pueblos”. Luz María Orozco

Las afectaciones a la familias de Orozco son un ejemplo. De 2008 a la fecha han desparecido tres de sus miembros.  Ivan, uno de los hermanos fue raptado por militares, luego liberado y recientemente se encuentra en recuperación de un atentado en el que casi pierde la vida.

Un año después del primer rapto, el padre desapareció. Y en 2012 dos hermanos más: Leonel y Moisés. “Esto es parte de una política misógina de quitar a los hombres en la creencia de que las mujeres no nos vamos a defender, pero no será así”, dijo Luz María.

“Lo que están haciendo es provocar un desplazamiento de las familias para quedarse con nuestras, tierras ricas en aguacate, el oro verde, y en ello participaron notarios públicos y mucha gente para entrar a la comunidad, a las huertas y acomodar el papeleo, ponerlas a su nombre”.

De esto, advierte, fue parte mucha gente que se vio obligada a emigrar a Estados Unidos. “Hacían operativos diciendo que eran para capturar al crimen organizado, pero se quedaron con las propiedades de un montón de familias”.

“Se llevaron a mi hija frente a mis ojos”

El 11 de junio de 2012 Tania Contreras platicaba con su hija cuando un grupo de personas se la llevó a la fuerza en el poblado costero de Caleta de Ocampo, cerca de una minera que mueve mucho dinero. La madre sabe quiénes fueron, levantó una denuncia ante el Ministerio Público, pero nadie ha sido capturado; en cambio, desaparecieron a otro hijo.

En la V Caravana tiene esperanzas de encontrarlos con vida. El año pasado hubo 46 posibles positivos, esto es, que hay indicios de haber sido vistos en alguna parte como un preso a quien no dejaban comunicar con su madre.

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