Enfermos y hambrientos “desbordan” estaciones migratorias mexicanas
Dicen que por eso buscan la forma de escapar de los Centros de Detención Migratoria,
MEXICO – Los inmigrantes dicen que no les dan comida, que no se pueden bañar, que están demasiado enfermos y no tienen medicina “ni para bajar la calentura”. En resumen: que “los tratan como perros” y por eso buscan la forma de escapar de los Centros de Detención Migratoria, el epicentro de las deportaciones de indocumentados en este país.
Tras el condicionamiento de Donald Trump para que México detenga a migrantes a cambio de liberar al país de aranceles, la detención de migrantes se duplicó en el último mes al llegar a 22,694 en el mes de mayo, lo cual representa un incremento del 110% con respecto al año pasado y 220% en comparación con 2017.
El número de detenidos ha desbordado a los más 59 centros de detención para personas migrantes: 32 estaciones migratorias, 15 estancias provisionales tipo A para una estancia máxima de 48 horas y 12 estancias provisionales de tipo B para una estadía máxima de 7 días.
Simplemente están en su máxima capacidad: duermen en el piso, no alcanza el agua para ducharse, mucho menos la comida, los guardias están de mal humor y, por tanto, los maltratan, según narraciones a la prensa local de algunos de los 80 migrantes detenidos en Villahermosa, Tabasco, poco después de que intentaron fugarse el pasado fin de semana.
“No se cuenta con la infraestructura correspondiente”, detalló Edgar Corzo, funcionario de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, durante un recorrido en la estación Siglo XXI en Tapachula, Chiapas, la más grande en América Latina, con capacidad para 960 personas; actualmente hay 2,000; aún no se permite el acceso a la prensa.
Justo en Siglo XXI se frustró la semana pasada el escape de africanos que exigían sus permisos de tránsito por México para abandonar el país por cualquiera de las fronteras, una estrategia que hasta hace poco usaban los indocumentados para llegar a Estados Unidos a pedir asilo.
Desde mucho antes de esta crisis, en las estaciones no se cumplía con la Ley de Migración, según un informe que en 2017 realizó un Comité de Expertos avalado por el Instituto Nacional de Migración.
Las estaciones muchas veces ya excedían la capacidad de la misma, la asistencia médica, psicológica y jurídica no era consistente y las tres comidas al día, no consideraban siempre las necesidades especiales de nutrición o no procuraban la separación por sexos preservando la unidad familiar.
Tampoco se contaba con espacios de recreación; y hubo quejas por no permitir la visita de representantes legales y consulares, entre otros. “Si no se hacía entonces, es mucho más complicado que se logre ahora”, dijo el sacerdote Tomás González, del albergue para Migrantes La 72, en Tenosique, Tabasco.