En huelga de hambre, inmigrantes en cárcel de Yuba por malas condiciones
El condado tiene una orden de la corte para mejorar las condiciones sanitarias e irregularidades de las instalaciones carcelarias desde hace 40 años
Alrededor de 36 inmigrantes detenidos en la cárcel del condado de Yuba en el norte de California, llevan casi siete días en huelga de hambre en protesta contra las condiciones inhumanas en las que son detenidos.
El ayuno lo iniciaron el 30 de junio. Esta es la tercera huelga de hambre que realizan en la cárcel del condado de Yuba, localizada en la ciudad de Marysville, desde hace diez meses, y en la que participan inmigrantes indocumentados y documentados.
Las demandas de los inmigrantes en ayuno son: terminar con las condiciones de castigo, y que se les permitan visitas en un cuarto designado en el que puedan tener contacto físico con sus familiares para darles por lo menos un breve abrazo o sostener a sus hijos en brazos.
Pero también exigen tratamiento médico, de salud mental y dental ya que las solicitudes para ver un médico se toman semanas; y reclaman aumentar el acceso al teléfono y reducir los precios exorbitantes por las llamadas telefónicas.
Piden resolver asuntos básicos de mantenimiento como por ejemplo, el arreglo urgente de los sanitarios y que se atiendan las condiciones antihigiénicas de la cárcel como la plaga de cucacharas que existe debajo de los colchones, en las bandejas de comida y bolsas de la comisaría.
Solicitan que se reduzcan los precios de los productos que se venden en la comisaría, que es la tienda de la cárcel.
“No vamos a hacernos de la vista gorda ante la crueldad y el trato degradante e inhumano hacia los miembros de la comunidad inmigrante en detención en la cárcel del condado de Yuba”, afirma la doctora Rhonda Ríos Kravitz, cofundadora de la Campaña por la Reforma de la Detención Migratoria (CIDR), la Coalición de Inmigración de Sacramento y presidenta de Alianza, una organización no lucrativa dedicada a construir sistemas de apoyo para los dreamers.
Dice que las familias solo pueden ver a sus detenidos a través de un cristal y por un tiempo limitado de una hora y media.
La Campaña por la Reforma de la Detención Migratoria se constituyó en abril para luchar contra la detención de inmigrantes, y está formada por varios grupos que abogan por los derechos de inmigrantes y civiles en el norte de California entre quienes se encuentran la Coalición Inmigrante de Sacramento, Amnistía Internacional en Sacramento, Step Up Sacramento, Alianza, Jakarta Movement y Libertad para los Inmigrantes.
“Acabamos de celebrar el Día de la Independencia, el 4 de julio con miles de inmigrantes detenidos y separados de sus familias”, sostiene.
Precisa que en Marysville, cerca de 180 inmigrantes están detenidos en condiciones lamentables. “Son padres y madres, hijos e hijas, y hermanos y hermanas que han sido separados de sus seres queridos. Esperamos llamar la atención sobre sus demandas y levantar sus voces que claman por un trato digno y humano”, señala.
En la cárcel del condado de Yuba, 42 personas han intentado suicidarse debido al maltrato. El intento más reciente fue el 17 de mayo de este año.
De acuerdo al Departamento del Sheriff del condado de Yuba que maneja la cárcel, en promedio mantienen 180 inmigrantes detenidos por día para el Servicio de Migración y Aduanas (ICE).
En los años recientes, el contrato que el Departamento del Sheriff del condado de Yuba mantiene con el ICE para albergar detenidos, le genera 5.5 millones de ingresos por año.
El contrato ha estado bajo una orden de la corte para mejorar las condiciones de la cárcel por 40 años luego de una demanda.
De mal en peor
Miguel Araujo, un inmigrante mexicano que reside en la bahía de San Francisco, conoce de sobra la cárcel del condado de Yuba porque estuvo detenido ahí por casi un año debido a su condición migratoria.
“Como no se va a querer suicidar la gente si solo con el horario para despertarte cada hora, nos tienen todos descontrolados. No puedes concentrarte para dormir con tanto ruido y conteo de los detenidos. Para ir a una cita con el doctor te despiertan a las tres de la mañana.Vives en una tortura psicológica permanente. No solo estás preso sino que te condenan a ver a la familia a través de un cristal”, dice Araujo.
“Literalmente te hacen pedazos física y psicológicamente. A un criminal solo por el hecho de haber nacido en Estados Unidos lo tratan mejor en las cárceles y tiene más privilegios, que a un inmigrante cuyo único delito es no tener papeles de residencia”, critica.
Añade que además hay cucarachas en las bolsas de comida de la Comisaría, la tienda en la cárcel donde les vende productos para comer.
“El costo de los productos que venden es vergonzoso. Un bote de queso que en la calle cuesta menos de dos dólares, ahí lo venden a 7.98 dólares. Una bolsita de café que también cuesta menos de dos dólares afuera, ahí la venden a casi nueve dólares. Eso les da una idea de lo caro que cuesta comprar cualquier cosa dentro, pero uno no tiene otra opción. Además de que los productos que venden son de pésima calidad”, menciona.
Eso sin contar con que las llamadas telefónicas son extremadamente caras. “Por 10 minutos, te cobran como cinco dólares. Las familias quedan arruinadas en lo económico”, dice.
Araujo comenta que cuando él estuvo detenido en Yuba, presentó una queja por la violación a los derechos humanos de los inmigrantes. “Las cosas dentro han ido empeorando, del maltrato han pasado a tener condiciones inaguantables. Todo es parte de proyecto de deshumanización de la sociedad impulsado por el presidente Trump”, considera.
Janet Rodríguez, presidenta de la Coalición de Migración de Sacramento comenta que las condiciones son tan deplorables que los detenidos reportan que no reciben medicinas ni atención médica cuando tienen una enfermedad.
Agrega a las demandas, la urgencia de que se separe a los inmigrantes detenidos de quienes estén arrestados por otros crímenes, eliminar castigos de inmediato y que dejen de encerrarlos por más de 19 horas sin proveerles acceso a ejercicio y aire libre. “También piden que les permitan hacer quejas contra ICE, y puedan acceder a un comité independiente para revisar las condiciones de la cárcel”, expone.
David Escobar quien lleva detenido en Yuba por nueve meses, y es padre de tres hijos lamentó en una carta enviada a varias organizaciones, que les hayan cortado el campo de juego a la mitad, el único espacio que tenían para jugar basquetbol y volibol. “Nuestras condiciones son muy pobres”, dice.
La Opinión está a la espera de un comentario del Departamento del Sheriff de Los Ángeles.