¿En qué consiste el examen que evalúa la calidad del semen?

En los casos de infertilidad, se pueden encontrar las causas tanto en el hombre como en la mujer. Y si se quiere conocer la situación del semen del hombre, ejecutar un seminograma es fundamental. Si quieres conocer más sobre este procedimiento, te invitamos a leer el siguiente artículo.

¿Qué es un seminograma?

Conocido también como espermiograma, un seminograma es una prueba diagnóstica que analiza el semen y lo evalúa en orden de comprobar si el hombre padece un problema de infertilidad que impida el embarazo.

A partir de los resultados del seminograma, y siempre en consideración de las circunstancias de fertilidad de la mujer, se puede establecer un plan de acción que concluya en un embarazo satisfactorio.

Condiciones del seminograma

Es necesario que el hombre tenga un periodo de abstinencia de 3 a 5 días, es decir, debe haber una ausencia total de eyaculación.

El semen es recogido a partir de la masturbación en medio de condiciones mínimas de higiene para no analizar una muestra contaminada. Manos y genitales deben ser lavados con agua y jabón antes del procedimiento y la muestra es recogida en un bote estéril.

Aspectos evaluados por el seminograma

El análisis de la muestra eyaculatoria consta de pruebas que siguen criterios y técnicas estándar pautadas por la Organización Mundial de la Salud con el fin de alcanzar la uniformidad. Algunas características que se evalúan con un seminograma son las siguientes:

• Volumen: El volumen se mide en mililitros, e indica la cantidad de semen que se expulsa con la eyaculación.
• Color y olor: A simple vista, el semen tiene un color blanco grisáceo o amarillento. Si el color es amarillo intenso o verde, puede haber algún tipo de infección. Si hay rastros rojizos, puede haber evidencia de sangre.
• Vitalidad: Si se detectan muchos espermatozoides inmóviles, se ejecuta una prueba de tinción para constatar el número de espermatozoides muertos al momento de la eyaculación.
• Morfología: Se estudia la forma de la cabeza del espermatozoide, que debe ser ovalada. Además, el espermatozoide debe tener un cuello y una cola.

Las pruebas son solo el primer paso para emprender un camino claro hacia la fecundación.