Guadalajara, en un laberinto de violencia
Los delitos contra la libertad personal subieron a casi el doble en los primeros cinco meses del año en el estado
MÉXICO- Entre el foro Independencia y el hotel donde se hospedaba la banda metalera estadounidense “Eyehategod” había unos cuantos pasos que el baterista Aaron Hill decidió dar a pesar de que tenía a su disposición un chofer para movilizarlo por la turbulenta ciudad de Guadalajara, la capital del estado de Jalisco que en últimas fechas se debate con la violencia.
Hill no salió ileso en los primeros días de julio. El parte local dio cuenta de tres hombres y una mujer que lo asaltaron en el trayecto, le metieron una cuchillada que dejó una herida de cinco centímetros y un concierto que cientos de fanáticos tapatíos se quedaron esperando.
El metalero había pasado en unos minutos a ser parte de la estadística criminal que suma en promedio 4,700 delitos mensuales, según las cifras reconocidas por la fiscalía. Tuvo suerte en que sólo fuera un robo: días antes y después hubo homicidios, raptos, más hurtos a transeúntes, casas, vehículos; hallazgos de cadáveres, balaceras, desapariciones y persecuciones en toda la zona metropolitana que incluye a Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá.
El 8 de julio, una balacera entre hombres no identificados y ministeriales que terminó con la muerte de tres personas paralizó el tráfico en la avenida Periférico, una de las más importantes de la ciudad, mientras en la periferia se reportaban otros asesinatos.
A la par, el Secretariado Ejecutivo de Sistema Nacional de Seguridad Pública, rebeló que los delitos contra la libertad personal en Jalisco ––ya no se les dice secuestros porque en muchos casos no se pide pago por liberación–– subieron a casi el doble en los primeros cinco meses del año con relación al mismo periodo de 2018.
El alcalde de la ciudad, Ismael del Toro, quien llegó a gobernar a la ciudad con la promesa de disminuir la violencia, ha optado por dar cuentas caso por caso con la promesa de justicia y una apuesta por la cultura para alejar a los jóvenes de “los malos pasos”, acciones con tan buena recepción como frustración.
Analistas de seguridad en la región descartan que el problema se solucione con prevención dada la complejidad de la violencia que incluye la presencia en la ciudad del cartel más poderoso del momento en todo el país: el Jalisco Nueva Generación que retoza en la impunidad igual otro tipo de criminales.
“Puede ser que también se esté aumentando el número de ilícitos por la incapacidad del Estado y su sistema de justicia que tiene cifras de impunidad de arriba del 95%”, dijo Rubén Ortega Montes, profesor investigador del Centro Universitario de la Ciénega Ortega Montes.
Angélica Guerra, investigadora de la Universidad de Guadalajara, advirtió que un efecto secundario por la inseguridad en la otrora pacífica capital es el revés a la economía como ha afectado a otras zonas del estado como Lagos de Moreno o Puerto Vallarta. “Ya se había comenzad a recibir mucho visitante desde China pero luego emitieron una señal una alerta de que era peligroso ahora los chinos están prefiriendo ir a otro tipo de destino”.