Estudio comprueba que quienes se pesan a diario son menos propensos a engordar de nuevo

Quienes se pesan con regularidad son menos propensos a subir de peso. Incluso, hay quienes llegan a adelgazar para lograr el peso requerido según sin Índice de Masa Corporal. El estudio de la Universidad de Georgia, también corroboró que aquellos que no se pesaban con regularidad, aumentaban de peso.

¿Por qué sucede esto?

Según los investigadores, las personas que chequean con frecuencia su peso están al tanto del mismo, y buscan maneras para mantenerlo, o cuando es necesario, bajar de peso. Caso contrario de aquellos que no chequearon su peso con regularidad.

Este estudio se llevó a cabo durante las festividades. El grupo de investigadores reunió a un grupo de personas para esta prueba. A unos les pidieron que monitorearan su peso, mientras que a otros les pidieron no hacerlo.

Hay que tener en cuenta que durante las festividades, sobre todo en Navidad y año nuevo, la gente suele celebrar y comer más de la cuenta, lo que tiene como consecuencia que, en líneas generales, las personas tiendan a subir una o dos tallas más.

Resultados

Sin embargo, el resultado de este estudio arrojó que, quienes monitoreaban su peso a diario, lo mantuvieron, o fueron capaces de bajarlo. Mientras que el otro grupo obtuvo resultados contrarios, es decir, aumentaron de peso.

Según el análisis realizado, quienes chequearon su peso estuvieron más conscientes de ello, por lo que buscaron maneras para cuidarse, ya haciendo una rutina de ejercicios, o regulando lo que comían durante el día.

Por el contrario, quienes no estuvieron atentos a su peso, fueron más proclives a subir de peso, debido a que no tenían ninguna fuente de estímulo para hacer ejercicio o cuidar su alimentación.

Estos estudios son importantes ya que buscan la manera de prevenir y atacar la obesidad, sobre todo la infantil, y prevenir enfermedades como la diabetes. Por eso, es aconsejable chequear tu peso todos los días, y buscar maneras de mantenerlo, o rebajarlo, por medio de una buena alimentación y una buena rutina de ejercicios.