Abandonan a 450 centroamericanos en Monterrey, México. Casi la mitad son menores

La agencia de noticias Associated Press (AP) reveló este jueves que al menos 450 migrantes centroamericanos -casi la mitad menores- han sido “abandonadas a su suerte” en Monterrey, al norte de México. Las autoridades migratorias estadounidenses, asegura la agencia, enviaron a los migrantes de Laredo (Texas) a dos terminales de la ciudad mexicana.

En lo que va de año, 20,000 personas que solicitaban asilo en EEUU han sido “devueltas” a México para que esperen allí que se resuelva su caso. Sin embargo, fue este mes cuando empezaron las devoluciones en autobús por Tamaulipas, uno de los estados más violentos de México que el Departamento de Estado estadounidense recomienda no visitar.

Las autoridades mexicanas aseguran estar destinando esfuerzos a “mejorar las condiciones en las que las personas migrantes aguardan sus procesos en territorio nacional”. Sin embargo, no indicaron cómo lo están haciendo.

Por su parte, la experta en migración Maureen Meyer, de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) dijo a AP que “es muy importante sacar a la gente de las ciudades fronterizas que son muy peligrosas”. “Pero -continuó Meyer- al meterlos en un autobús y llevarlos a otro lugar sin explicarles qué les espera, sin tener nada preparado para recibirles y ayudarles, el gobierno mexicano les está exponiendo a mayores riesgos”.

Los centroamericanos trasladados a Monterrey llegaron a Estados Unidos cruzando sin autorización el río Bravo. Al llegar allí, pasaron varios días detenidos, les dieron una fecha de audiencia y los devolvieron a México.

Los inmigrantes que hablaron con AP dijeron que los oficiales estadounidenses les habían asegurado que en México les darían trabajo, escuela para sus hijos y atención médica.

En el lado mexicano de la frontera, los agentes del país latinoamericano, dieron a los migrantes documentos que supuestamente les autoriza para trabajar en México y moverse por el país. Acto seguido, los subieron en los autobuses que los llevaban a Monterrey, una ciudad con todos sus albergues de migrantes desbordados.

Una vez en la capital del estado de Nuevo León, los centroamericanos tienen tres posibilidades: esperar, volverse a sus países o contactar con coyotes para intentar cruzar de nuevo.

Tanto el gobierno de López Obrador como el de Donald Trump han celebrado recientemente una supuesta mejora en materia de migración. La Patrulla Fronteriza aseguró que se redujo un 36%. A la vez que México ha multiplicado las detenciones y deportaciones de extranjeros. La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos dijo que las políticas de ambos países son “contrarias” a los derechos de los migrantes.

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