Aún analizan ropa y utensilios con sangre de madre desaparecida en Connecticut

A más de dos meses de la desaparición de Jennifer Dulos, la policía aún analiza una camisa, un brassiere y artículos de limpieza hallados con su sangre en un bote de basura, según Hartford Courant.

El diario informó que la policía encontró la camisa que creen Jennifer Dulos (50) llevaba el día que desapareció después de dejar a sus hijos en la escuela en New Canaan.

Los artículos fueron encontrados en un bote de basura en Hartford unos días después de que la madre de cinco hijos fuese vista por última vez el 24 de mayo, en medio de un conflictivo divorcio tras 13 años casada con el empresario Fotis Dulos (51).

El Departamento de Policía de New Canaan se negó a confirmar el informe, destacó NBC News.

“Como esto sigue siendo una investigación activa y dinámica, no se proporcionará ningún comentario sobre ninguna evidencia que se haya recopilado ni se proporcionará información sobre los resultados de las pruebas forenses”, dijo un portavoz del Departamento en un comunicado.

Los investigadores dicen que han recibido más de 1,200 llamadas de supuestas pistas y docenas de videos de vigilancia. Pero de momento el caso luce estancado entre polémicas y especulaciones.

Al momento de la desaparición, Fotis llevaba tiempo viviendo con la venezolana Michelle “Michi” Troconis Arreaza (44). Ambos fueron detenidos en mayo y se declararon “no culpables”. Ahora se encuentran en libertad condicional tras ser acusados de manipular o fabricar pruebas físicas y por obstaculizar el proceso de búsqueda.

Tras quedar libre, la defensa de Troconis presentó una moción judicial solicitando que a Fotis se le impidiese comunicarse con ella, informó en junio el diario Connecticut Post.

Luego de sugerir que Jennifer podría haber fingido su propia desaparición, al estilo de la novela llevada al cine “Gone Girl”,  Norm Pattis, el afamado abogado del esposo, insistió que la mujer de 50 años pudo haber contemplado “suicidio por venganza”, para incriminar al padre de sus cinco hijos.

Tales insinuaciones desataron la indignación de la familia de Jennifer. Un portavoz dijo en junio que la sugerencia era “falsa e irresponsable”.

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