Vecinos de Excélsior rechazan desplazamiento y lujoso proyecto habitacional “antifamilia”

El barrio y el Distrito 11 tienen la más alta tasa de hogares intergeneracionales y la mayor población de familias, niños y ancianos de San Francisco. Pero enfrentan severas presiones por desarrollos inmobiliarios inasequibles para la gran mayoría

Vecinos del barrio Excélsior de San Francisco rechazan el desplazamiento de población y la construcción de lujosos edificios que les resultan inasequiobles a las familias del lugar. (Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía)

Vecinos del barrio Excélsior de San Francisco rechazan el desplazamiento de población y la construcción de lujosos edificios que les resultan inasequiobles a las familias del lugar. (Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía) Crédito: Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía

Localizado al sur de la ciudad, el Barrio Excélsior en el Distrito 11 es uno de los 119 barrios que existen en San Francisco. Con más de 85,000 habitantes, es el distrito más poblado de la ciudad y está compuesto por barrios donde la mayoría de sus residentes son familias de clase trabajadora que en las mañanas, antes de marchar a sus empleos, llevan a sus hijos a las variadas escuelas del lugar. A través de sus calles principales –Misión, Ocean, Alemany– todavía se pueden observar pequeños negocios y pocos almacenes de las grandes cadenas como los cafés y tiendas de marcas caras.

Con un gran tráfico peatonal, Excélsior bulle de actividad y por sus calles se puede sentir un ambiente amistoso y familiar donde todo el mundo se conoce y se saluda. Pero con la crisis habitacional que atraviesa la ciudad, todo esto se encuentra –como el resto de los barrios sanfranciscanos– en riesgo de cambiar. El desplazamiento social empieza a echar raíces y las edificaciones de caros departamentos, inasequibles para las familias trabajadoras, comienzan a aparecer como hongos después de la lluvia.

Entonces no es sorpresa que los residentes de Excélsior se encuentren en pie de guerra tratando de proteger su barrio, que muchos aseguran es el último bastión donde todavía se pueden encontrar arriendos asequibles en San Francisco.

Según los residentes reunidos en una protesta el pasado domingo frente al nuevo edificio de departamentos ubicando en la esquina de Misión y Seneca, los proyectos habitacionales a precios de mercado constituyen una amenaza y un ataque directo a las familias de bajos ingresos.

La constructora Cheshill y la agencia de mobiliaria de lujo Andersen, Jung & Co., aun no pueden encontrar residentes para sus costosos departamentos y llenar ese edificio. Uno de los manifestantes, Solón Vega, dijo que el proyecto de construir en esa esquina partió “de un trato que hicieron a escondidas… Ya llevan dos años y la mitad del edificio está abandonado”, dijo Vega.

“Ni siquiera las unidades que no están a precio de mercado son asequibles para los vecinos de este barrio… En este edificio detrás mío, un departamento de un dormitorio le puede costar $4,500 dólares al mes”, dice Jessie Fernández, quien con un altavoz en las manos le pregunta a la audiencia que comienza juntarse en la esquina: “¿Conocen ustedes a alguien que pueda pagar eso?”.

Después de meses de haber sido construido, este edificio todavía “tiene muchos departamentos desocupados y esto es una vergüenza en un barrio en donde las familias tienen que amontonarse para vivir”, dijo Fernández, quien es uno de los directores de Comunidades Unidas para la Salud y la Justicia, una coordinadora barrial que aglutina a cinco diferentes organizaciones que trabajan para fortalecer a la clase trabajadora y las comunidades de color de la ciudad.

Fernández dijo que el edificio de Cheshill es un ejemplo de por qué “las viviendas de lujo son una solución fallida para el vecindario Excélsior”. Cheshill dice tener departamentos a precios del mercado de 1,300 pies cuadrados a un alquiler mensual de $5,550. Esto significa que un arrendatario debe ganar $200,000 anuales para sufragar esa renta. Fernández dijo que poco puede hacer una familia del Barrio Excélsior en donde el ingreso medio por hogar es de menos de $69,000 anuales.

Activistas y vecinos del barrio Excélsior de San Francisco exigen opciones de vivienda asequible y no ser desplazados. (Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía)

Después de la protesta, unos 200 manifestantes marcharon por un kilometro hasta el número 65 de la Avenida Ocean, con la Avenida Cayuga, en donde la constructora Presidio Bay Ventures planea construir un megaedificio con la mayoría de los 191 departamentos a precios del mercado.

Un 70% de las unidades propuestas serán aquellas con un amplio margen de ganancia, es decir estudios y departamentos de un solo dormitorio. En un lugar como Excélsior, con la tasa más alta de familias en hogares intergeneracionales y donde la mayoría de sus habitantes son niños y ancianos, esta construcción es “antifamilia, sin ninguna responsabilidad hacia las necesidades en este vecindario. ¡Más de lo mismo!”, exclamó Fernández.

Los manifestantes también destacaron que debido a esta construcción, dos centros preescolares que han sido históricos en el barrio, Crayon Box y Little Bear, serán desalojados. Esto cambiará la estabilidad de los niños y las familias y aumentaran los costos del cuidado infantil.

Guadalupe Benítez marchaba junto a sus amigas. “No queremos que construyan los apartamentos lujosos porque eso afectaría a toda nuestra comunidad. Con el alto costo de las viviendas, nos tendríamos que ir de aquí. Queremos salvar a nuestra comunidad. El pueblo tiene que unirse”, dijo Benítez.

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