La maravillosa dieta del té rojo, para quemar grasa y perder peso en una semana
Uno de los aspectos destacables del té rojo, es que permite que las grasas tengan una mejor combustión; de esta manera se favorece la absorción adecuada de nutrientes en el intestino e impulsa la eliminación de las toxinas
El té rojo también conocido como pu-erh, aporta numerosas propiedades para nuestra salud principalmente es un potente diurético, altamente recomendable para bajar de peso. Esta maravillosa bebida natural es de origen chino y el proceso para conseguirlo parte de la fermentación del té verde en barricas de roble (por ello su color característico) durante un tiempo determinado. Desde tiempos antiguos tradicionalmente ha sido utilizado para prevenir enfermedades y mantener buena salud, es excelente para fortalecer el sistema inmunológico en general.
Es uno de los mejores remedios naturales para promover la pérdida de peso, ya que aumenta el metabolismo de las grasas y produce termogénesis, esto esta directamente relacionado con la reducción de depósitos grasos y una reducción en niveles de colesterol y triglicéridos. Favorece la producción de ácido gástrico y sales biliares, lo que ayuda considerablemente a tener mejores procesos de digestión (sobretodo cuando se trata de comidas altas en grasa). Su efecto depurativo ayuda activamente a eliminar los líquidos retenidos, lo que fortalece la función de órganos importantes como el hígado y los riñones.
Sus altas propiedades antioxidantes nos ayudan a luchar contra los radicales libres y su consumo esta recomendado para regular los excesos de ácido úrico o ataques de gota.
Las bases de la dieta del té rojo son las siguientes:
- El consumo del té rojo deberá considerarse diariamente, procurando que sea en horarios lo más regular posible.
- Es imprescindible beber 4 tazas de té rojo al día, contemplando 1 taza en cada comida: desayuno, comida, merienda y cena.
- Es indispensable seguir una dieta baja en calorías y con alto aporte en nutrientes, priorizando el consumo de: frutas y verduras, pasta y arroz integral, legumbres, carnes blancas, pescado y lácteos deslactosados.
- Existen alimentos que deberás evitar: carnes rojas, grasas saturadas, harinas refinadas, azúcares, chocolate, dulces y refrescos.
- Procura mantener los niveles de hidratación óptima, consume de 2-3 litros de agua natural al día.