Evo Morales polariza a la opinión pública mexicana
Una parte de la población critica la acción del gobierno de López Obrador
MÉXICO.– El asilo político concedido a Evo Morales divide a la opinión pública. Por un lado, una sociedad que ve con buenos ojos conservar la tradición que México ha tenido al abrir las puertas a perseguidos de alto perfil como el soviético Leon Trotsky, el Sha de Irán o el hondureño Manuel Zelaya; por otro, quienes reprochan al gobierno que a los solicitantes de refugio más pobres ––como los centroamericanos –– les respondan con la guardia nacional.
Unos aplauden la solidaridad con un político de izquierda; otros, que critican las prácticas antidemocráticas de éste o que la presencia de Morales en “show mediático” sea una cortina de humo a problemas locales más graves como la inseguridad, la liberación de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, o la masacre a la familia Le Barón en la frontera norte.
“ México había recibido migraciones masivas víctimas de dictaduras como la española, la chilena y la argentina; luego a víctimas de guerrillas y desastres naturales, pero Morales no es una víctima sino de sí mismo, de aferrarse en el poder y, al traerlo, México pierde liderazgo frente países regionales que habían criticado al boliviano”, advirtió Francisco Franco, analista de inteligencia y seguridad internacional y catedrático de la Universidad Iberoamericana. “Ni siquiera esperaron a que él pidiera el refugio, se lo ofrecieron antes”.
En el 2016, el ex presidente de origen indígena de 60 años, perdió un referéndum que le daría la posibilidad de reelegirse, pero él se aferró y convocó a un tribunal constitucional afín que le abrió el camino por cuarta vez en las elecciones y por ello volvió a las urnas con menos popularidad en las encuestas. En los comicios fue acusado de fraude. Los militares lo obligaron a dimitir el pasado 10 de noviembre.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador culpó a los críticos mexicano de ser “derechistas”, “racistas” y “mezquinos” mientras algunos de sus más populares seguidores como la escritora Elena Poniatowska o la senadora Lily Téllez reprocharon: ¿Por qué insiste Evo Morales en creer que no hay nadie más que él?, escribió la primera en la cuenta de la red social Twitter. ¿Por qué el poder los enloquece?, cuestionó la segunda en la misma red.
Benny Temkin, analista político de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) observa que, desde una perspectiva más general, los mexicanos no han polemizado tanto en el tema porque dan prioridad al argumento de que la vida del boliviano corría peligro frente otras circunstancias como los 14 años de poder que sumo Morales.
Por otro lado, argumenta, el tema ha servido al gobierno mexicano para balancear su imagen política. “Dada la relación cercana que tiene con Donald Trump porque todavía no se aprueba el T-MEC y su autoproclamación de izquierda, está jugando a conservar relaciones amables con Estados Unidos (agradeció que no hubiera tenido oposición a dar el asilo) y conservar las credenciales de izquierda con el ala ultra”.