Médicos muestran sensibilidad pero no ceden

Los cuidadores de la salud prometen cabildear para conseguir que les dejen vacunar a niños detenidos por ICE

La doctora Luz Arroyo contó que también llegó a EEUU de niña. / fotos: Manuel Ocaño.

La doctora Luz Arroyo contó que también llegó a EEUU de niña. / fotos: Manuel Ocaño. Crédito: La Opinión

La doctora Luz Arroyo no pudo contener el llanto cuando, con un altoparlante en mano y a escasos metros de la frontera con Tijuana, recordó que por ese mismo sitio cruzó como indocumentada cuando era niña en compañía de su mamá.

No puedo evitar pensar que, si hoy cruzara de cuatro años de edad, caminando 19 horas y escondiéndonos de los agentes, yo sería separada de mi madre y que necesitaría vacunas contra la influenza… O pensar eso de mi hija de dos años”, dijo la doctora en medicina general y psiquiatría residente de Sacramento.

La doctora cuestionó “cómo no pensar en querer vacunar y cuidar a los niños detenidos en esta frontera, sabiendo que tres de ellos han muerto por influenza, un virus perfectamente controlable con una vacuna”, indicó.

Arroyo fue una de más de una veintena de profesionales de la salud que este miércoles llegó hasta la garita de San Ysidro, San Diego, a continuar protestas pacíficas por tercer día consecutivo en demanda de que la Patrulla Fronteriza permita a los médicos vacunar a los niños retenidos en el centro de detenciones.

El lunes un grupo de unos 50 médicos y estudiantes de medicina intentó ingresar al centro de detenciones a vacunar.

Y el martes en protesta fuera del cuartel de la Patrulla Fronteriza en Chula Vista, seis médicos fueron arrestados durante una hora por obstaculizar la entrada a las instalaciones.

Este miércoles luego de la protesta en la garita, la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a la que pertenece la patrulla, accedió a tener un diálogo con un grupo representativo de los médicos, en su mayoría de la organización Doctores Por el Cierre de Campos [de concentración] —como llaman a los centros de detenciones.

‘Yo estuve enfermo y me visitaste… Yo estaba en prisión y viniste por mí’, rezaba el letrero de una de las manifestantes.

Tras la reunión de más de dos horas en el cuartel de la patrulla en Chula Vista, las autoridades negaron permiso a los médicos para ingresar a vacunar a los niños.

“No hemos tenido el resultado que queríamos para esta crisis de salud y humanitaria. No queremos que mueran más menores indocumentados por falta de vacunas o por falta de atención”, dijo a La Opinión el anestesiólogo salvadoreño Mario Mendoza.

La doctora Bonnie Arzuela, pediatra de Boston, dijo que su organización continuará acciones en todo el país.

“Somos más de 4,000 médicos en toda la nación y vamos a seguir un cabildeo para tratar de cambiar esta política que ya ha llevado a la muerte a siete menores, tres de ellos por falta de vacunas contra la influenza”, dijo la profesional.

Destacó que ahora es cuando los niños requieren más del cuidado contra la influenza porque es la temporada en que la enfermedad se esparce.

Explicó que aún si los niños estuvieran encerrados un máximo de 72 horas, como establece la ley, sería tiempo suficiente para que la influenza se esparza entre los menores.

Al final de la protesta no se registraron más detenciones.

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