La compasión: un obsequio navideño

Voluntarios proveen de alimentos y vestido a los más necesitados de Skid Row

La señora Isabel López acudió al evento este sábado junto a su nieta Arianni. / fotos: Jorge Luis Macías.

La señora Isabel López acudió al evento este sábado junto a su nieta Arianni. / fotos: Jorge Luis Macías.  Crédito: La Opinión

Muchos llevan comida para mitigar el hambre. Otros, aportan alimento espiritual para el alma de los desamparados. Pero, entre todos, impera la palabra compasión por la humanidad.

En el área de Skid Row, epicentro de la más grande crisis humanitaria de personas sin hogar en el país, Michael “BigMike” Straumetis y un ejército de voluntarios de la organización Humanity Heroes se dieron ayer a la tarea de aliviar un poco la tragedia que afecta a casi 60,000 de individuos entre mujeres, hombres, adolescentes, niños y niñas.

“Lo que sucede en Skid Row es inaceptable”, dijo a La Opinion “BigMike”, fundador de la compañía Advanced Nutrients. “Los indigentes son madres, niños… Seres humanos”.

Instalados frente al edificio de Union Mission, en el centro de Los Ángeles, Straumetis, sus colaboradores y voluntarios de la fundación My Friends House ofrecieron un plato caliente de chili beans a los desamparados, café, barras de granola, agua, ropa usada y 2,500 bolsas con refrigerios no perecederos y otros artículos que él mismo y los “Human Heroes” empacaron.

“Tenemos que hacer más por la humanidad”, añadió “BigMike”. “Yo voy seguido a Europa y no hay un solo país que tenga el mismo problema que tenemos aquí, en Estados Unidos”.

La labor filantrópica de Straumetis comenzó hace cinco años en Bulgaria, donde colaboró con las entregas de artículos a los necesitados de una nación sin una estructura justa para auxiliar a quienes no tienen nada.

Pero fue en la Navidad de 2012 cuando lanzó Holiday Heroes, con contribuciones para apoyar a las personas sin hogar y atender a 1,000 familias.

En 2015, “BigMike” ayudó a más de 10,000 personas en Bulgaria. Ese éxito lo llevó a iniciar la organización en Los Ángeles en 2016. Ahora, también realiza campañas de Pascua y Navidad en un intento por ayudar a aliviar la pobreza.

“Queremos ayudar a la humanidad”, dijo. “Es una obligación de toda la sociedad”.

Este sábado, en la larga fila para obtener algunos artículos se encontraba Isabel López y su nieta Arianni.
“A ver si agarramos unos juguetitos”, dijo la señora, quien, a pesar de no vivir en el desamparo, dijo que el dinero no alcanza para comprarle regalos en Navidad a sus seis nietos.

Para su desfortuna, en ese lugar no encontró juguetes.

Quien sí tuvo suerte para hacerse de unas barras de granola, una bolsa de pretzels y una blusa, fueMargarita Beltrán, una mujer mexicana que tiene dos años viviendo en el refugio de Union Mission.

“Mi vida dio un giro de 180 grados en 2016 cuando la policía me detuvo en San Bernardino por manejar sin licencia”, dijo la mujer. “Me entregaron a inmigración y me encerraron en una cárcel durante siete meses”.

Margarita narró que cuando enfrentó a un juez de inmigración, le suplicó que la deportaran a México. El juez no lo hizo, sino que le sugirió que aplicara para una Visa U, ya que ella había sido víctima de violencia doméstica por parte de su exesposo.

Voluntarios y equipo de trabajo de Humanity Heroes.

“Mi caso sigue abierto, antes trabajaba limpiando casas y en un restaurante, pero ahora no tengo trabajo”.

Margarita es voluntaria en la cocina de Union Mission de la calle San Pedro. A diario ayuda en la preparación de unas 500 comidas. Lo hace desde las 8:00 a.m. hasta las 8:00 p.m. A cambio recibe una cama dónde pasar la noche.

“Imagínese cómo caigo rendida todos los días, pero es mejor que estar allá afuera, en la calle”, dijo.

A escasos días de celebrar la Navidad, decenas de representantes de organizaciones caritativas y centenares de voluntarios participaron en actos de compasión por la humanidad.

“Hace una semana conocí en Venice a una homeless que perdió a su esposo hace unos meses y sentí la necesidad de ayudar a mi prójimo”, comentó Betty Talbut, residente de Huntington Beach, quien ayudó en la mesa de Humanity Heroes.

Frente a ella y con un plato de comida en mano y con la otra buscando algo de comida para sus mascotas, Guillermina Molina, de 53 años, originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua, reveló que vive en la calle desde hace un año.

“Vivía con mi familia, pero hubo problemas; me metí a las drogas y para no llevarlas a casa, preferí salirme”, dijo la mujer.

Mas adelante, se percató de que a alguien se le habían caído cinco plátanos al suelo. Ella recogió tres y los guardó en su bolsa.

Guillermina Molina logró obtener un plato de comida.
Gabriel Wang, director de Harvest Rock, junto a la niña que recibió una patineta.

La pequeña Angie, de 6 años, nieta de Guillermina Fuentes, una abuelita de Malacatán, Guatemala, iba feliz a casa por la patineta que le regaló Gabriel Wang, director ejecutivo de Harvest Rock Foundation, una entidad sin fines de lucro.

“En esta temporada crece el espíritu de compasión, de humildad y de generosidad”, dijo Wang. “El lenguaje del amor es el que todos deberíamos hablar siempre”.

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