California ‘ya no es el Estado Dorado’

En 2017, Susanna Cárdenas-López dejó su hogar en Salinas para visitar a su hermano en Idaho. Tres días después de su viaje, llamó a su esposo y le dijo que tenían que mudarse allí.

De vuelta en Salinas, Cárdenas-López y su esposo se quedaron sin hogar después de que el propietario decidió dejar de alquilarles la casa en la que vivían. No podían pagar nada más, por lo que tuvieron que mudarse con un miembro de la familia; fue muy estresante.

Ahora en Idaho, dijo Cárdenas-López, ella y su esposo tienen tiempo libre y dinero de sobra al final de cada mes. Hay una ventaja: el área es significativamente más segura, agrega.

“Siento que es un sueño la calidad de vida que tenemos ahora”, dijo Cárdenas-López. “Sí, el pago es menor, pero eso ni siquiera parece importarme. Al menos tenemos lo suficiente para pagar el alquiler y las facturas”.

Muchos de los miembros de su familia enfrentan la misma situación. Hace cinco meses, su hija, yerno y nietos de 35 años abandonaron Salinas luego de que su renta aumentara de $1,300 a $2,000 en solo tres años, dijo la ahora nueva residente de Idaho.

“Me encanta California, pero ya no es el Estado Dorado a mi parecer”, enfatizó.

Cárdenas-López no está sola. Los números de la Oficina del Censo de EEUU muestran que la clase media y baja están dejando California a una tasa más alta que los ricos. Muchos de los que se han ido en los últimos años dicen que simplemente no podían permitirse el lujo de quedarse.

Costo de vida: el tema definitivo

En el segundo trimestre de 2019, el área de la Bahía de San Francisco superó a Los Ángeles, Washington y Chicago cuando se trataba de personas que salían de las principales ciudades de la nación. Solo fue superado por la ciudad de Nueva York. Más de 28,190 personas abandonaron el área durante esos tres meses, casi el doble de la tasa de 2017, según un informe de migración regular de la corredora de bienes raíces Redfin.

En 2018, según el Censo de EEUU, 38,000 personas más abandonaron el Estado Dorado que las que se mudaron allí por segundo año consecutivo.

Una encuesta reciente del Edelman Trust Barometer encontró que el 53% de los residentes y el 63% de los millennials estaban considerando abandonar el estado más poblado del país debido a su alto costo de vida.

La mayoría de las personas que se van dijeron que ganan menos de $100,000 al año, mientras que el estado ha visto una afluencia de aquellos que ganan $100,000 o más.

Según un informe de United Way Cost of Living 2018, los hogares latinos y afroamericanos luchan con las tasas más altas en California; y el costo de la vivienda es su mayor carga.

Aún así, los demógrafos estatales dijeron que una combinación de factores probablemente están en juego, y es lo que lleva a los pobres, los ancianos y aquellos con ingresos fijos a abandonar el estado.

“Los movimientos se relacionan con la situación relativa del empleo y se relacionan con los costos y las comodidades”, dijo Eddie Hunsinger, demógrafo del Departamento de Finanzas del estado. “También se mueven en diferentes etapas de la vida. En general, es una combinación de factores que intervienen en la migración”.

Hunsinger agregó que incluso cuando las personas abandonan el estado en masa, todavía hay un flujo constante de personas que se mudan a California.

Randa Moore, que vivía en Santa Rosa en el condado de Sonoma, dijo que la razón número uno por la que se fue a Florida fue el costo de la vida.

“Estábamos trabajando de 10 a 16 horas al día, siete días a la semana, todos los días festivos, y todavía estábamos luchando para comprar alimentos”, indicó.

Ahora, Moore alquila una casa de tres habitaciones con piscina por $1,400 al mes y tiene dinero de sobra.

“La diferencia está en los miles de dólares y horas de trabajo”, dijo. “Ya no ganamos dinero en California, pero en realidad tenemos más dinero a fin de mes.

“¿Qué si lo extraña?” ella preguntó. “Extraño lo que solía ser. Antes de que se destruyeran las industrias, así como la clase media. Parece que se ha convertido en un sistema de dos clases, los que tienen y los que no tienen. Los pobres no tienen oportunidad de sobrevivir”.

Crisis de vivienda

California está tratando de abordar el problema de la vivienda. El gobernador Gavin Newsom ha comprometido $1.75 mil millones para financiar nuevos proyectos de construcción para enfrentar la crisis de vivienda de California. En octubre, Newsom firmó varias facturas de vivienda, incluida una que limitó los aumentos de alquiler y sofocó los desalojos.

“Estamos viviendo en el estado más rico y más pobre de Estados Unidos”, dijo Newsom cuando firmó los proyectos de ley. “El costo de la vida. Es el punto que define más problemas que cualquier otra situación en este estado “.

Entre 2010 y 2017, la migración doméstica en números negativos aumentó anualmente en el estado, según la Asociación de Agentes Inmobiliarios de California. En el mismo período, el costo promedio de una casa en California se duplicó; pero en el área de la bahía, se triplicó.

“Alrededor del 32% de los hogares en California pueden comprar una casa de precio medio, que ronda los $600,000”, dijo Oscar Wei, economista principal y director de investigación de la asociación de agentes inmobiliarios. “En comparación con el 2012, estábamos en el 52% (en todo el estado). En San Francisco y San Mateo, solo el 12 o el 13% de los residentes pueden comprar una casa de precio promedio allí”.

En San Francisco, el costo promedio de una casa es de alrededor de $1.5 millones.

Wei dijo que los estados con un bajo costo de vida o sin impuesto sobre la renta pueden tentar a las personas al ofrecer salarios que no son de clase media en California, pero los pondrían por encima del promedio en otros lugares.

“En California, comprar una casa de precio promedio requiere un ingreso de $ 100,000”, dijo. “En Arizona, puede comprar una casa de precio promedio con un ingreso de $ 50- $ 60,000”.

Si bien Wei no espera que los precios de la vivienda caigan de la misma manera que lo hicieron al final de la última década, cuando estalle la burbuja inmobiliaria, anticipa que los precios caerán en los próximos cinco a diez años si no se aborda la crisis de la vivienda.

“Hemos estado viendo algunas compañías que abandonan el sur de California y el Área de la Bahía”, dijo Wei. “Toyota y Nissan abandonaron el sur de California, y los precios de las viviendas podrían haberse desacelerado, pero no han bajado significativamente.

“Si el problema de la asequibilidad de la vivienda no se aborda en los próximos cinco a diez años, veremos a las empresas comenzar a mudarse”, dijo. Sin embargo, no creía que suficientes compañías se mudarían en un período lo suficientemente corto como para realmente derrumbar los precios de la vivienda.

“Después de todo”, dijo, “California es un buen lugar para vivir. El costo es un problema”.

‘El estado nos expulsó’

Pat Tollefson, quien dijo que su tatarabuelo, Joseph Fredrick Snyder, fue uno de los primeros colonos de Salinas en la década de 1860, se mudó al estado de Washington con su esposo hace tres años, después de pasar sus primeros 60 años en California.

“Amamos a California, pero el estado nos expulsó”, escribió la californiana de Salinas en Facebook.

“El primer año (en Washington) nuestro registro de renovación de Prius California tenía un costo de $290, pero transferimos el registro al estado de Washington a un costo de $63”, dijo. “¡Ese fue solo un beneficio sorpresa! “

Tollefson dijo que encontraron que el costo de comprar una casa, así como los servicios públicos, eran más baratos de lo que habían pagado en California. El menor costo de vida, combinado con su acceso a la naturaleza, ha ayudado a reducir su estrés.

El agente inmobiliario de Salinas, Chris Barrera, ha trabajado para Windermere Valley Properties durante cinco años. En los últimos años, dijo, ha visto a más y más clientes citar el costo de vida como la razón principal por la que se van de California.

Calculó que aproximadamente una cuarta parte de los 20 clientes con los que trabaja al mes sentían que ya no podían pagar California. La mayoría están en la industria de servicios o viven con un ingreso fijo, y muchos se van a Texas o Idaho, estados con un impuesto sobre la renta bajo o nulo, y un bajo costo de vida.

“La gente está no está siendo valorada”, dijo Barrera. “Tengo muchos clientes que venden y están cansados de la política de California.

“El condado de Monterey es uno de los lugares más caros para vivir en los EEUU, y la única otra opción es tener numerosas familias viviendo en una propiedad”, agregó.

Eso crea sus propios problemas y puede expulsar a las personas.

“¿Cuándo se detiene esto?”, Preguntó Barrera. ¿Cuándo empieza esto a desvanecerse? Todos nosotros estaremos en esa situación cuando nos retiremos. Tener que irnos de donde está nuestra familia y de donde fuimos criados solo porque no podemos pagarlo es bastante triste”.

‘Mucha ira’

Sin embargo, los que dejan California no siempre se olvidan de ella. Comunidades que a veces también se convierten en grupos de apoyo han surgido en línea para los ex californianos. Aquí, pueden quejarse de su antiguo estado, o incluso de su nuevo estado, mientras mantienen que están contentos de haberse ido.

Algunos también dicen que la política, no sólo los impuestos, juegaron un papel en su decisión de irse.

En “CA Exodus and Ex-CAers”, un grupo de Facebook para excalifornianos y aquellos que planean irse, la foto de la pancarta es un letrero alterado de “Ahora dejando California”, pero abajo del letrero pregunta lo siguiente: “¿Fue un incrementó de impuestos?”

Aquí, un par de cientos de miembros comparten las leyes y reglamentos de California que consideran ridículos o costosos, afirmando su decisión y la de otros miembros de irse. Sin embargo, en su mayoría, comparten historias de otros californianos que se van de California.

“Me uní a este grupo, así que al menos tendría otros con los que compadecerme”, dijo Melinda Temblador, miembro del grupo, quien inidicó que dejó “Commiefornia” por “el alto costo de todo, la extrema decadencia moral y (estar) bastante harta de soportar” el costo de las personas que no pagan por sus servicios médicos  y los reciben gratuitos, la universidad gratis, las cosas gratis; mientras yo me mantengo despierto por la noche preguntándome cómo voy a pagar la universidad de mi hija, pero el vecino ilegal lo consigue gratis.

“Si sientes mucha ira de mi parte”, escribió, “estás en lo correcto. Absolutamente tomamos la mejor decisión de huir. No nos arrepentimos y estamos ayudando activamente a varios miembros de la familia a irse lo antes posible”.

Otros miembros del grupo hicieron eco de los sentimientos de Temblador, agregando que la inclinación liberal del estado los dejó sintiéndose frustrados y aislados.

“Supongo que quizás ayude a consolidar el hecho de que no estamos solos”, dijo Jonathan English Olmstead, quien planea irse de California. “En este estado, siendo un devoto cristiano y republicano, uno se siente como que es la única persona con estos puntos de vista”.

No todo el mundo está despegando a lugares más baratos o mejores. Algunos, en cambio, han recurrido a subarrendar o mudarse con la familia para satisfacer los mayores precios de alquiler.

La nativa de la Marina, Raycheal Jarvis, dijo que ella y su familia, incluidos cuatro hijos, viven con sus suegros. Jarvis quería quedarse en Marina “donde los vecinos todavía se cuidan el uno al otro”, pero, dijo, los viajeros a San José están comprando propiedades a precios altísimos. Jarvis está buscando otras opciones, pero hasta ahora, parece que el único lugar donde ella y su familia pueden pagar una vivienda es fuera del área.

“No ganamos lo suficiente para pagar una casa lo suficientemente grande como para criar a nuestra familia”, expresó.

Kate Cimini es periodista multimedia para The Californian. Este artículo es parte del proyecto California Divide, una colaboración entre las salas de redacción que examina la desigualdad de ingresos y la supervivencia económica en California.