Buscan un trato con dignidad en las cárceles del condado de Los Ángeles
Líderes latinos y afroamericanos se unen para abogar por la Medida R que busca opciones para disminuir el encarcelamiento.
Damián Wiseman era muy joven cuando comenzó a involucrarse en crímenes de baja magnitud como robos. Esto lo llevó a la cárcel por primera vez en su adolescencia; además, cuándo era puesto en libertad no tenía opciones ni recursos, así que todo eso lo llevaron a ser parte del sistema carcelario del condado de Los Ángeles una y otra vez durante 20 años.
“Yo era un niño y no había programas en las escuelas, no había YMCA’s, ni recursos para ayudarme a salir adelante”, contó Wiseman quien ahora tiene 47 años.
Wiseman acepta que si él hubiera obtenido la ayuda necesaria para reincorporarse a la sociedad, su estadía en la cárcel hubiera sido menor. Él califica las condiciones a las que estaba expuesto como insoportables.
“Nadie debería vivir así. Te hacen dormir en el suelo donde encuentres algún área disponible, y nueve de cada 10 veces no hay sabanas o colchónes [para dormir]”, contó Wiseman.
Él recuerda que en algunas ocasiones al entrar a la cárcel ni siquiera le daban un paquete de higiene con necesidades básicas como cepillo, pasta de dientes o desodorante.
“Si les preguntas te ignoran o te dicen que te sientes [con groserías] y te hacen sentir tan mal que mejor ya no pides nada”, comentó.
Wiseman dijo que no hay oportunidades de educación, no hay recursos para obtener los documentos, como un seguro social, ni hay ayuda para enfermos mentales. Es común ver a enfermos mentales encarcelados con personas sanas o a personas que fueron encarcelados por deber una multa, mezclados con asesinos y criminales.
“Cuando estas enfermo no te ayudan. Una vez yo tuve dolor en mi muela. Era una pequeña caries pero yo tenía mucho dolor y por días no hicieron nada hasta que me llevaron al dentista y solo la extrajeron”, contó el joven.
En otra ocasión dijo que lo encerraron con enfermos mentales quienes suelen defecar por todos lados y nadie limpia. “Después [el personal] solo te desliza [la charola] de tu comida por abajo y todo se ensucia”, dijo Wiseman. “Eso no es higiénico, no es saludable y no es correcto”.
Tras experimentar muchas injusticias dentro de las cárceles del condado de Los Ángeles, Wiseman decidió salir adelante por si solo y hace ocho años fue la última vez que pisó una cárcel.
Ahora trabaja para la organización Shields for Families ayudando a otras personas que han salido del sistema penitenciario a regresar a la sociedad de una forma positiva.
“Les ofrecemos ayuda de entrenamiento de trabajo, control de sustancias, escuela, lugares de vivienda y tratamientos necesarios”, dijo Wiseman.
Activistas y lideres comunitarios abogan por la #MedidaR del condado de Los Ángeles @cofem #yesonR pic.twitter.com/1UrutXNsZF
— Jacqueline García (@jackiereporter) January 22, 2020
Unidos con un objetivo
Shields for Families es parte de las entidades que abogan para que se apruebe la Medida R del condado de Los Ángeles.
La medida propone que se invierta en tratamientos de salud mental y rehabilitación. También dará poder de citación a la comisión de supervisión civil (COC) del departamento del sheriff para investigar las malas conductas de forma independiente. Y el condado deberá redirigir los ahorros al reducir la población carcelaria para prioridades públicas como tratamiento de drogas, vivienda y ayuda de salud mental.
Los líderes latinos y afroamericanos de Los Ángeles y organizaciones como Black Likes Matter se unieron el miércoles para anunciar un esfuerzo colectivo para votar Sí en la medida R y para garantizar que los votantes del condado entiendan lo que significa la medida.
“Queremos que nuestros vecinos, hijos y familiares sean tratados con dignidad”, dijo Francisco Moreno, representante del Consejo de Federaciones Mexicanas (COFEM).
Moreno dijo que deben cambiar las condiciones dentro de las prisiones y que al salir las personas tengan la oportunidad de recibir una segunda oportunidad.
“Por eso los latinos estamos luchando junto a la comunidad afroamericana que ha liderado las reformas que ha impactado desproporcionadamente a nuestras familias”, dijo Moreno. “El 80% de las personas en la cárcel [del condado de Los Ángeles] son latinos y afroamericanos”.
Los presentes pidieron a los funcionarios electos a que se unan a la causa para apoyar la Medida R y se comprometieron a continuar difundiendo información acerca de la medida con las comunidades de color.
Guadalupe Gómez, presidente del club zacatecano de Santa Ana, dijo que también se deben expandir los centros comunitarios para jóvenes y crear más infraestructura de viviendas para evitar que las personas terminen en las cárceles.
“Las cárceles están sobrepobladas y es por eso que es importante sacar a todas estas personas que cometieron de crímenes menores y no son violentos”, dijo Gómez.
Raúl Macías, presidente de la asociación Anáhuak, una liga de futbol con más de 3.000 jóvenes miembros, concordó con lo dicho y agregó que una solución añadida a la reforma es crear parques y no cárceles.
“Si queremos disminuir la delincuencia juvenil, no es metiéndo a los jóvenes a la cárcel, es creando programas recreativos con un buen desarrollo”, dijo Macías. “Crear programas porque las cárceles que son administradas con fines de negocio nunca van a dar un buen resultado”.