Los ‘diez mandamientos’ de Kobe Bryant, la guía que lo llevó a la fama mundial

Hace unos meses el Business Insider UK reveló las costumbres de vida que Kobe Bryant tenía desde que iba en el High School, cuando admiraba tanto a Michael Jordan que trataba de imitarlo. Hoy, a más de 20 años de distancia, esas máximas cobran importancia, porque es el recuerdo de la guía que siguió para convertirse en la leyenda del baloncesto que anhelaba ser desde joven.

1.- Un ensayo extra por la mañana

Una costumbre que comenzó cuando cursaba la escuela secundaria y lo llevó a la práctica también como profesional fue que sus días se iniciaban con una primera práctica de 5 a 7 am.

2.- Una lesión no es un obstáculo para entrenar

En la temporada 1999/2000 se rompió la muñeca derecha. Su ex compañero John Celestand contó que al día siguiente llegó al gimnasio para entrenarse y pensó que había sido el primero. Sin embargo encontró a Bryant transpirado, con un yeso en el brazo derecho y lanzando con la mano izquierda.

3.- El precalentamiento a 100 puntos

Una costumbre que también inauguró en el High School: jugaba uno contra uno a 100 puntos solamente para calentar.

4.- Estadísticas en los entrenamientos

Otra costumbre que arrastraba desde adolescente: contaba los puntos que convertía en las prácticas. Y sólo paraba al llegar a los 400.

5.- La estricta dieta 

Para llegar a los 20 años de carrera llevó una exigente dieta que continuó luego de retirado. En su menú no estaban contempladas las azúcares, las harinas y sus derivados (aunque ocasionalmente se daba una licencia especial).

6.- Contra el ‘enemigo invisible’

Le gustaba entrenar distintas jugadas emulándolas, aún sin rivales ni el balón en sus manos. “Llegabas al gimnasio y estaba moviéndose como si estuviese driblando o tirando, pero no tenía el balón. Él estaba seguro de que era algo que lo ayudaba”, contó Shaquille O’Neal.

7.- Uso del hielo y la acupuntura

Para suavizar el impacto del entrenamiento intensivo y cuidar las articulaciones, Black Mamba se aplicaba hielo tres veces al día por espacio de 20 minutos. Además, incorporó la práctica de la acupuntura.

8.- Los videos, una herramienta clave

Entendía que las imágenes eran clave para corregir errores o diseñar acciones. Por eso, era capaz de sacar su teléfono móvil o la tablet en el vestuario para explicarles a sus compañeros, con espíritu de entrenador, diversas cuestiones relacionadas con el juego o con un movimiento puntual.

9.- Autodidacta en los ejercicios

Los días de partido tenía una lista de más de 10 ejercicios de gran exigencia para prepararse; entre ellos, unas flexiones en las que al subir su cuerpo era tal el impulso que tomaba que llegaba a golpearse el pecho con ambas manos antes de volver a descender.

10.- Ensayos con rivales aleatorios

Todo el tiempo estaba pensando nuevas jugadas ‘uno contra uno’. Y para sorprender a sus adversarios con sus invenciones, elegía siempre a un compañero diferente tras las prácticas para probarlas.