¿El sirope de ágave es más dañino que el azúcar?
Para muchas personas el sirope de agave es un excelente sustituto del azúcar, pero ¿en verdad lo es?
Todos sabemos lo perjudicial que puede llegar a ser el azúcar, sobre todo si es refinada. Es por ello que existen diversos endulzantes o edulcorantes que prometen ser bajos en glucosa, entre ellos el sirope de ágave.
Endulzantes artificiales
Los edulcorantes son sustitutos para endulzar las bebidas y postres, con la promesa de no perjudicar los niveles de glucemia en la sangre. Sin embargo, hay aquellos que no son del todo fiables, tal como el sirope de agave.
Si bien el agave, planta de donde procede dicho sirope, es muy usada en México con fines medicinales, cuando es procesada y refinada, muchas de estas propiedades se pierden, y es justo esto lo que pasa con el sirope.
En este sentido, cuando los edulcorantes naturales son procesados y refinados, suelen ser más perjudiciales porque pierden la mayoría de los componentes, como los nutrientes y vitaminas que benefician nuestro organismo.
Producción
Para entender cómo puede perjudicar la salud, es importante que sepamos cómo se produce. La planta es cortada y se va pulsando para que ir extrayendo el fluido azucarado. Si bien el fluido es alto en azúcar, también contiene fructano.
El fructano ayuda al metabolismo y al procesamiento de la insulina. Sin embargo, al momento del procesamiento, cuando el líquido entra en calor, el fructano deriva en fructosa. De esta forma, las propiedades que son saludables se destruyen, quedando el jarabe concentrado.
A este jarabe se le llama sirope, y suele venderse como edulcorante saludable. Pero la verdad es que, al producir fructosa, su consumo puede generar otros problemas de salud.
Consecuencias
De acuerdo a un artículo de Alimenta tu bienestar, si bien la fructosa no va directamente al torrente sanguíneo, como la glucosa, y por lo tanto no eleva los niveles de glucemia, consumir fructosa de manera muy seguida puede tener repercusiones en el hígado.
Por eso, es importante no dejarse llevar por las falsas ofertas de productos saludables, cuando la verdad es que podrían ser peor. Por eso, es importante buscar otras alternativas e investigar bien antes de elegir cualquier producto que tenga la etiqueta de saludable.