Qué es el tanatoturismo y por qué es tan controversial
La muerte, el odio y el dolor pueden ser atractivos para algunas personas, aunque no lo creas
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Tanatoturismo, una nueva y extraña forma de recorrer el mundo / Créditos: Fotógrafo Yann Schaub vía Unsplash Crédito: Yann Schaub | Unsplash
Investigar sobre los lugares emblemáticos de cada país es básico para saber qué visitarás cuando viajes. En París está la Torre Eiffel, en New York, la Estatua de la Libertad, pero ¿qué pasa cuando uno de los lugares más significativos fue (o es) semillero de muertes y un estilo de vida allegado a cultos y temas sensibles? En la actualidad, se explotan dichas características. Así nació el tanatoturismo.
¿Qué es exactamente?
Según un profesor de la Universidad Oberta de Catalunya, hay personas que tienen la necesidad de viajar por una cuestión emocional, moral o espiritual, más que por mero gusto. Esto los lleva a encontrar lugares que los conecten de alguna manera con la muerte. Ahí entran aquellos que prefieren una unión mucho más profunda, es decir, en lugares en los que haya pasado algo extraño, sobrenatural o cruel.
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El morbo también tiene un papel importante, puesto que es una especie de motivación. La pregunta actual es ¿cómo no visitar un lugar como Chernobyl o Auschwitz? Ambos lugares fueron víctimas de atroces acontecimientos, entonces, la historia está latente, pero y el dolor que hubo ahí. El profesor cree que es una especie de motivación y decir «¡estoy vivo!» y de valorar lo que se tiene o, en casos contrarios, sentir siento placer por lo ocurrido.
No obstante, algunos de los viajes suelen ser a otros espacios en los que aún se corre peligro como la frontera de México y Estados Unidos o sitios espeluznantes como Helter Skelter, la ruta que muestra cómo la pandilla de Charles Manson realizó sus crímenes. Si bien la decisión está en cada viajero, existen compañías que se han aprovechado de ello creando tours y paquetes que ofrecen como diversión algo que en otro contexto resulta peligroso y causa dolor.
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Jean Carlo Emer vía Unsplash
Pero a veces, el tanatoturismo no es intencional, sino que, al haber una tragedia en cierto lugar, las personas acuden y le rinden una especie de culto que va desde visitas con carácter social hasta simples fotografías para colocarse en Instagram. El verdadero problema aquí son las empresas que lucran con la tragedia para “divertir” a otros, ya que la curiosidad se transforma en morbo, hasta cierto punto.
Inclusive si tiene fines históricos, documentales o de investigación debe haber cierto respeto, pero en muchos lados se ha vuelto todo lo contrario. Por eso mismo los viajeros y las agencias de viajes se han visto en un dilema ético el cual pareciera no tener un fin cercano. Hace falta humanidad, conciencia y dejar la frivolidad de lado porque, al final, al estar mal manejada la industria, se vuelve indiferente. ¿Harías un tanatoviaje?
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