Murales de Kobe Bryant unifican a una sociedad resquebrajada
A una semana de la partida de la estrella del baloncesto, miles de angelinos todavía buscan un espacio para honrar su muerte y celebrar su vida.
El fallecimiento de Kobe Bryant, exbasquetbolista de “Los Angeles Lakers”, reveló que en la segmentada ciudad angelina hay personajes unificadores como el recordado atleta.
La unificación es evidente en la compartida tristeza en todas las razas por la muerte de Bryan, su hija Gianna y siete acompañantes al estrellarse el helicóptero en que volaban sobre las colinas de Calabasas, California, el 26 de enero de 2020.
Otra muestra de la unión en torno a Bryant lo destacan muralistas que “con recursos propios” y apoyo de pequeños empresarios decidieron crear “tributos” en paredes de la metrópoli angelina.
“Kobe era ejemplo de que hay que trabajar duro para lograr ser grande”, dijo Levi Ponce, muralista.
“Y esa humildad que él tenía provoca respeto y cariño hasta en los que rayan los murales (‘taggers’), porque sus murales no los tocan”, destacó.
El pintor estadounidense de raíces salvadoreñas creó en 2018 un primer mural de Bryant en la entrada de una tienda en el 8906 Reseda Blvd., Northridge.
Y el pasado sábado finalizó el mural titulado “¡Kobe!” a un costado del taller “Custom Auto Craft”, en el 100 La Brea Norte.
El “close-up” de Bryant sonriente lo denominó de esa manera, para expresar el mismo grito que “con tristeza” exclaman ocasionalmente admiradores del jugador en el cerro donde quedó destruida la aeronave, en Calabasas, hasta la plaza LA Live, sitio de congregación “de dolientes”.
“Su muerte, a nosotros humildes pintores, nos toca”, declaró Ponce.
“Los que andan rayando sienten también, por eso respetan”, subrayó.
Graduado de “Cal-Arts”, la escuela de arte fundada por Walt Disney, Ponce es reconocido por embellecer con murales el vecindario de Pacoima.
En pintar el nuevo mural de Ponce colaboraron José López, artista de grafiti de raíces mexicanas; Matt Dean, anglosajón de nombre artístico “Kriptoe”; Erica Friend, de raíces alemanas y mexicanas.
Mikey Rivera, hijo de la fallecida cantante Jenny Rivera y Christian Cárdenas, hijo de Tony Cárdenas congresista del distrito 29 de California.
López contó que a sus 17 años era de los que rayaban paredes, por ello fue detenido por la policía en 2008; pero por ser menor de edad no lo encarcelaron.
Hoy es un pintor profesional, especializado en obras con pintura en aerosol.
“Kobe era como cualquiera de nosotros de los barrios pobres”, aclaró López.
“Por el respeto que se ganó en las calles cuando ‘los taggers’ ven sus murales, en vez de rayarlos mejor se toman una selfi”, reveló.
Eddie Melikyan, de raíces armenias, propietario de “Custom Auto Craft”, contó que deseaba que “la muerte de Kobe fuera una noticia falsa”.
Sin embargo, debido a que su hermana lo conocía personalmente a Bryant con lágrimas le sugirió “hacer algo en su memoria”, por ello buscó al pintor.
“Lo único que necesito es la pared, la pintura y todo lo demás lo pongo yo”, recordó que le dijo Ponce, quien ya tenía en mente hacer “un nuevo mural de Kobe”.
“Los pintores, la gente que viene a ver el mural, todos estamos unidos como familia”, declaró Melikyan.
Ponce contó que comenzaron a pintar el 29 de enero y con los visitantes a su obra se dio cuenta que admiradores del finado ya organizan “el tour de los murales de Kobe”.
En el este de Los Ángeles, Héctor Arias quien comenzó “rayando paredes” y hoy es muralista profesional en una pared donde había pintado al personaje “Don Ramón” hoy pinta un nuevo mural titulado “Kobe forever”.
“Nadie raya los murales de la virgen de Guadalupe ni los de Kobe, porque lo querían mucho”, declaró Arias.
Otro mural está en proceso de creación en una pared del “Pickford market”, en “Mid-city”.
Allí, el muralista mexicoestadounidense Mario Ramírez y la británica Jules Muck crean la obra: “Kobe y Gigi”.
Ramírez, quien contó que en su infancia también lo sorprendió la policía “manchando un mural”, pero no lo apresaron, dijo que él es testigo “de la unidad de los angelinos” en torno a la imagen de Bryant.
“Algunos los veo con lágrimas en los ojos mientras toman fotos de mi mural y cuando se van se suben a carros de los que solo compran los ricos”, indicó Ramírez.
“Pero, ricos y pobres nos sentimos tristes, como una sola familia, porque se nos fue Kobe”, expresó.
El pintor destacó que en los murales de Bryant no hay vandalismo “por el amor que todo mundo le tenía”, concluyó.