6 claves antes de realizarse un relleno facial
Los rellenos faciales aportan un aspecto más lozano y natural al rostro
En la actualidad los rellenos faciales y demás tratamientos para mejorar la apariencia física han tomado auge por la efectividad y naturalidad que brindan a la piel.
Sin embargo, antes de optar por rellenar ciertas partes de tu rostro, leamos estas 6 claves importantes que nos recomienda un artículo de siempremujer.com:
1. Los rellenos no son permanentes
La sustancia utilizada en este método estético es el ácido hialurónico, el cual también es producido por nuestro organismo.
Esto significa que será absorbido por el cuerpo, aunque la velocidad del proceso varíe en cada persona.
2. El resultado no es inmediato
Culminado el relleno facial, el rostro puede presentar leves hinchazones que desaparecen en unos días, y a partir de allí es que se notan los resultados finales.
3. No produce alergias
Ya que el organismo produce el ácido hialurónico, este tratamiento no produce alergias ni desencadena ningún tipo de enfermedad.
4. Tomar en cuenta la edad
No existe una edad predeterminada para optar por el relleno facial. Pero si quieres eliminar arrugas, deberías esperar una edad avanzada. Pero si solo quieres aumentar el volumen, puedes hacerlo en edad más joven.
5. Es compatible con otros tratamientos
No existe problema en combinar el relleno con ácido hialurónico y otros tratamientos médicos, como la aplicación de bótox.
6. Brinda un aspecto natural
Si se aplica la cantidad correcta, el relleno facial con ácido hialurónico puede tener un resultado natural, sin caer en lo grotesco.
Es importante que dejes este tratamiento estético en manos de médicos especialistas en el tema. Ya que el suministro errado de esta sustancia puede dejar resultados que no sean agradables a la persona.
Se puede aplicar en pómulos, labios, mentón, mandíbula y sus ángulos, y en las asimetrías faciales que causan ciertas incomodidades en el paciente.
También ofrece resultados favorables en cicatrices de acné, en arrugas y líneas de envejecimiento, o en surcos profundos que pueden ir, por ejemplo, desde la nariz hasta la boca.