La jueza Sotomayor acusa a sus colegas de la Suprema Corte de ceder a las políticas de Trump
La magistrada criticó a los jueces conservadores por inclinar la balanza de la justicia a favor del presidente
La jueza de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, Sonia Sotomayor, criticó a sus colegas magistrados de tendencia conservadora por ceder a las peticiones que ha hecho el gobierno del presidente Donald Trump para resolver casos que favorecen las políticas del mandatario sin respetar el procedimiento natural de los órdenes de justicia.
La magistrada emitió su opinión la noche del viernes luego de que los cinco jueces conservadores aliados al presidente Trump resolvieran a favor de la regla de “carga pública” para que sea implementada en todo el país a partir del lunes 24 de febrero, incluyendo al estado de Illinois, donde un juez de instancia inferior mantenía bloqueada la medida. La cuatro jueces de liberales, incluyendo a Sotomayor, votaron en contra.
La regla de “carga pública” permitirá al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) rechazar las peticiones de residencia permanente a inmigrantes que hayan recibido asistencia del gobierno como cupones de alimentos, subsidios de vivienda o servicios de salud del programa Medicaid.
La nueva norma dará luz verde a los funcionarios de USCIS para negar la “green card” ante la simple suposición de que el inmigrante que realiza el trámite migratorio pudiera recibir beneficios públicos en un futuro indeterminado.
De los más de 5 millones de personas que recibieron la residencia permanente en los últimos cinco años, casi el 70% o 3.5 millones caerían en la categoría de “carga pública” y por lo tanto no hubieran podido obtener la “green card” bajo los lineamientos de esta regla.
Sotomayor acusó a sus colegas de seguir una línea ideológica y de “poner el dedo pulgar en la balanza” para inclinarla a favor del presidente Trump.
“La decisión de hoy sigue un patrón ahora familiar. El gobierno busca ayuda de emergencia de este Tribunal, pidiéndole que otorgue una suspensión donde dos tribunales inferiores no lo han hecho. El gobierno insiste -a pesar de que la revisión en un tribunal de apelaciones es inminente-, que sufrirá un daño irreparable si este Tribunal no otorga una suspensión. Y la corte cede”, señaló la jueza.
A sus órdenes jefe
“Es difícil decir qué es más preocupante”, recalcó Sotomayor, “si el hecho de que el gobierno busque este recursos judicial extraordinario aparentemente como algo normal o que el Tribunal lo otorgue”.
Los casos extraordinarios a los que se refiere Sotomayor son peticiones que hace el gobierno para resolver fallos judiciales que impiden aplicar leyes, los cuales hasta hace poco eran inusuales.
Durante los 16 años de gobierno de los presidentes George W. Bush y Barack Obama se hicieron ocho peticiones a la Corte Suprema de ese tipo, pero en los tres años de la administración Trump se han hecho 23 solicitudes de esa índole, muchas de ellas para imponer sus políticas antiinmigrantes, y ante las cuales los magistrados conservadores han cedido.
La jueza indicó que es muy inusual que la Corte Suprema conceda tan fácilmente el alivio de suspensión requerido en las peticiones, como lo han hecho sus colegas, quienes no han llevado a cabo una cuidadosa deliberación que garantice la justa aplicación de la ley.
Para Sotomayor, el comportamiento de sus colegas advierte que la Corte Suprema estaría modificando las reglas para Trump y sólo para Trump.