¿Por qué las cebollas te hacen llorar y cómo evitarlo?
Enfriar la cebolla antes de cortarla puede evitar el lagrimeo
La cebolla está presente en prácticamente cualquier cocina, es uno de esos ingredientes que se integran con facilidad a un sinfín de platos, sopas, salsas, guisados, sándwiches y la lista es interminable. Es un alimento muy antiguo que además de dar sabor a la comida, tiene usos medicinales y podría parecer curioso, también nos hace llorar.
¿Por qué lloramos al cortar cebolla?
El sabor un poco picante de la cebolla se debe esencias volátiles sulfurosas, al momento de atravesar con un cuchillo las capas, los compuestos químicos se liberan y una de ellas al entrar en contacto con el agua (reacciona al agua de nuestros ojos) y se convierte en ácido sulfúrico; éste puede formarse en la película lagrimal que recubre el ojo, y eso nos hace llorar.
El propósito original de este mecanismo era disuadir a los animales de comerse la planta. Cuando un animal muerde la cebolla se forma el gas desagradable, formado por moléculas azufradas, y el animal huye.
Cómo evitar llorar
Hay una manera más práctica en la que no tendrás que poner un trozo de pan en la boca, ni un pedazo de cebolla en la cabeza. Enfría la cebolla antes de cortarla, puedes dejarla 30-60 minutos en agua con hielo, esta acción retarda la síntesis de la sustancia lacrimógena.
Utiliza un cuchillo afilado y trabaja de forma rápida para disminuir la liberación de esencias.
Adorada en la antigüedad
Se cree que la cebolla procede de Asia, cultivada desde hace más de 3, 200 años a.C. Una inscripción encontrada en las pirámides de Egipto prueba que la adoraban como divinidad.
Los obreros que trabajaban en las pirámides comían grandes cantidades de cebollas y ajo. El historiador griego Herodoto informó que cierta inscripción en la Gran Pirámide de Keops (o Khufu) es prueba de que “el dinero que se gastaba para proveer estos vegetales sumaba 1600 talentos de plata”.
Rica en antioxidantes, fuente de potasio y vitamina C
De acuerdo a la Federación Española de la Nutrición, la cebolla aporta potasio, vitamina C, flavonoides (antioxidantes con propiedades antiinflamatorias) y distintos compuestos azufrados (responsables de su aroma).
Una ración de cebolla (150g) cubre el 48% de las ingestas recomendadas de vitamina C. Esta vitamina es termosensible, por lo que su aporte de vitamina disminuye si la cebolla se consumiese cocinada. Cabe mencionar que la vitamina C también contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
Te puede interesar: ¿Cortamos nudo o rabo? Te explicamos cómo cortar, picar y rebanar cebolla correctamente