El cuidado de las huellas de tu mascota con un bálsamo reparador casero
La receta es un remedio ideal para los canes o felinos que sufren de cojinetes agrietados o como prevención de ellos
Los perros o gatos no llevan zapatos y al caminar “descalzos” están expuestos a agresiones en su zona plantar, por lo que es importante revisar esta parte rutinariamente y mantenerla humectada, además de recortar las uñas y el pelo de la zona una vez al mes. Con una receta casera es posible crear un bálsamo reparador que proteja las patas de la mascota.
La correcta hidratación permite que los cojinetes sean elásticos para amortiguar el paso al andar sobre cualquier terreno, de lo contrario se tornan secos y facilita la aparición de grietas y cortes. A los perros y gatos no podemos hidratarlos con crema de uso humano, pues contienen ingredientes químicos y aromas artificiales con un pH adecuado a los humanos, pero no a las mascotas, según el sitio de la revista Animales de compañía.
La receta del bálsamo reparador es del Instituto Mexicano de Fauna, Flora y Sustentabilidad Social, junto al Centro Biológico Veterinario de Alta Especialidad en México. El remedio debe aplicarse cada 15 días en las huellitas de perros o gatos, quienes lo pueden oler o lamer sin peligro.
Para no contaminar la crema es importante no usar las manos y utilizar una gasa o cotonete para cada huellita de la mascota, si se tienen varias en casa es necesario cambiarlas, ya que si alguno tiene algún hongo o infección en la piel podría contagiar a los otros.
El remedio restaura almohadillas secas y agrietadas, hidrata y promueve la curación. Además es un calmante orgánico biodegradable que protege contra el calor, el frío y la humedad, ayuda a curar arañazos, llagas y heridas, no contiene químicos y parabenos, tampoco cuenta con perfumes, colorantes sintéticos, conservadores o aditivos.
Ingredientes:
40 gr de cera de abeja (humecta, nutre y regenera, la miel suele utilizarse para cerrar heridas)
3 cucharadas de aceite de oliva
3 cucharadas de aceite de coco
3 cucharadas de aceite de caléndula (los tres hidratan a profundidad la piel, nutren y calman)
3 cápsulas de vitamina E (hidrata y es un potente antioxidante que evita el envejecimiento prematuro)
Envase de cristal con tapa hermética
Abatelenguas y recipientes para calentar los ingredientes
El primer paso es derretir la cera de abeja a fuego lento, ya que esté fría se vierte en el recipiente de cristal (es importante no tocar los ingredientes con las manos, todo se debe mezclar con los abatelenguas). Después se agrega en el recipiente de cristal el aceite de oliva, de caléndula y de coco y se mueve hasta que todo esté bien integrado. Se recomienda calentar los aceites para emulsionar bien la mezcla.
Posteriormente se abren las cápsulas de vitamina E con unas tijeras y se añade su contenido (aceite) a la mezcla, se mueve e incorpora todos los ingredientes. Conforme los ingredientes se enfríen, la crema irá tomando una textura similar a un bálsamo espeso. Al tener ingredientes naturales, se recomienda conservarlo en el refrigerador o en un sitio fresco donde no reciba calor. El tiempo de vida será de 3 a 4 meses aproximadamente.
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