El dilema de los Mariners de Seattle ante el coronavirus
Debido a la prohibición de eventos de alta convocatoria en Washington, la organización ligamayorista busca planes alternos
Al menos tres alternativas están sobre la mesa de decisiones para que los Mariners de Seattle encuentren una solución ante la medida tomada por el gobierno del estado de Washington de prohibir aglomeraciones superiores a las 250 personas a causa del coronavirus, lo que de entrada implica un impedimento para que puedan jugar en el T-Mobile Park con público.
The health and well-being of Washingtonians during the COVID-19 outbreak remains our top priority.
— Governor Jay Inslee (@GovInslee) March 11, 2020
Starting today, we will prohibit events of more than 250 people in King, Snohomish and Pierce Counties to slow the spread of this virus. pic.twitter.com/U1wOf0paIW
Frente a dicho escenario, la directiva de los Mariners y de las propias Grandes Ligas se enfrenta a a tres opciones. La primera, jugar en tiempo y forma en su estadio, pero a puerta cerrada, situación que por última ocasión se presentó en 2015 cuando los Orioles de Baltimore recibieron a los White Sox de Chicago en Camden Yards, parque que no abrió sus puertas debido a los disturbios sociales que colapsaron la ciudad de Marylad.
Sin embargo, ha trascendido que una decisión de este tipo no es del agrado de los dueños de los equipos en Las Mayores por las pérdidas económicas que representa jugar sin aficionados en sus parques.
Statement from the Seattle Mariners on Governor Jay Inslee's community strategies to combat the spread of COVID19.
— Seattle Mariners (@Mariners) March 11, 2020
📰 https://t.co/hLUAuzPKcB pic.twitter.com/OnbmBESxJo
Por su parte, el escenario número dos refiere a que en la serie inaugural se invierta la localía con su contrincante, misma que se recuperaría cuando se vuelvan a enfrentar más adelante en el transcurso de la temporada regular, alternativa por la que optaría la mayoría, aunque en el caso de Seattle, el equipo en cuestión son los Rangers de Texas, quienes también podrían presentar una situación de contingencia en los próximos días.
Asimismo, la tercera opción sería jugar en una sede alternativa que no represente una zona de riesgo de contagio, mismas que pudieran ser en Florida o Arizona, sedes de los campos de pretemporada de los equipos de Grandes Ligas.
En cualquier caso, el tiempo se agota y la incertidumbre respecto a las semanas o meses que este tipo de restricciones se puedan extender, representan el peor temor para la organización de Grandes Ligas.